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Madre buscadora de Sonora sufre atentado: "Ayuda. Forzaron mi puerta"

La fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora pidió auxilio en redes sociales.

La fundadora del colectivo Madres de Sonora pidió auxilio en redes sociales.Créditos: Especial.
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La presidenta fundadora del colectivo Madres buscadoras de Sonora, Cecilia Patricia Flores, lanzó un mensaje de auxilio en sus redes sociales, luego de que unos jóvenes forzaron la puerta del refugio de seguridad en el que se encuentra. 

A través de su cuenta de Twitter, al activista pidió ayuda a las autoridades federales, pues aseguró que el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas en México no respondió a su llamado. 

"Ayuda. Estoy sola en mi refugio de seguridad por parte del @CMecanismo @SEGOB_mx y hace un momento unos jóvenes forzaron las cerraduras para entrar. Ya activé mi botón de pánico y quise dar parte al Mecanismo pero no responden", escribió.

En el mensaje, Ceci Flores pidió apoyo al subsecretario de derechos humanos, población y migración, Alejandro Encinas, al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana. 

Aunque el mensaje se replicó con rapidez y fue respondido por el Centro Nacional de Atención Ciudadana de la Guardia Nacional, pasaron alrededor de 20 minutos y Ceci Flores informó que nadie había llegado en su auxilio. 

"Ya hice todo y no llega ningún elemento  policiaco. Esta es la  seguridad que tenemos los defensores de DDHH “protegidos”, que mientras muchos fanfarronean con guaruras, carros de lujo y privilegios por parte de la (Secretaria de Gobernación y el Mecanismo) otras estamos más solas que nunca", denunció la activista. 



Fue hasta media hora después cuando Ceci Flores informó que por fin habían llegado tres unidades de la policía a su refugio de seguridad y agradeció a quienes se preocuparon por ella. 

La activista ha recibido múltiples amenazas por su labor en la búsqueda de desaparecidos por lo que tuvo que abandonar su domicilio e instalarse en un refugio de seguridad.