El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó la muerte de Rosario Ibarra de Piedra, pionera incanzable en la defensa de los derechos humanos, y le agradeció por apoyar su causa en todo momento, pues no sólo se sumo a su movimiento, sino que fue la encargada de entregarle la banda tricolor como presidente legítimo en 2006.
El mandatario siempre mostró su admiración por la fundadora del Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos conocido como Comité ¡Eureka! y a quien tuvo la oportunidad de sumar entre sus filas desde la época del desafuero en el año 2005.
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En aquel entonces, el ahora presidente López Obrador enfrentaba un proceso penal por el delito de abuso de autoridad por construir una vía alterna a un hospital, que dio paso a su desafuero y al inicio de un movimiento de resistencia civil pacífica a lo largo del país.
En ese contexto, el exjefe de gobierno de la Ciudad de México convocó a sus seguidores a no permitir el menoscabo de la democracia, pues señaló que el desafuero tenía la intención de dejarlo fuera del proceso electoral del 2006.
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Rosario Ibarra respondió al llamado y lo acompañó desde el templete montado en el zócalo de la capital, pero esta no sería la única ocasión.
Tras las elecciones del 2006, en las que Felipe Calderón resultó polémico vencedor, López Obrador acuso fraude electoral y el 20 de noviembre de 2006 se proclamó "presidente legitimo de México" en un nuevo acto multitudinario en el zócalo.
El tabasqueño fue investido como presidente por la entonces senadora de la república, Rosario Ibarra de Piedra, quien le colocó la banda tricolor, mejor conocida como "banda presidencial".
El acompañamiento se mantuvo hasta que López Obrador logró conquistar la presidencia en 2018 y el 23 de octubre de 2019, el Senado de la República entregó la Medalla Belisario Domínguez a Rosario Ibarra de Piedra, por su activismo político y defensa de los derechos humanos.
El testigo de honor fue el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta del Senado, Mónica Fernández fue la encargada de entregar la medalla a Rosario Piedra Ibarra, hija de la excandidata presidencial y actual presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En esa ocasión, Rosario Ibarra dejó la custodia de la medalla al presidente con el objetivo de que se la devolviera hasta que se supiera sobre el paradero de 'hijos y familiares" de los desaparecidos.
“No quiero que mi lucha quede inconclusa. Es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares”, expresó en aquella ocasión.
Con su intensa labor en el comite Eureka, Rosario Ibarra logró encontrar a más de 148 personas desaparecidas con vida. Además, fue la primera mujer candidata a la Presidencia de México y fue nominada al Premio Nobel de la Paz en cuatro ocasiones: 1986, 1987, 1989 y 2006.