Felipe Ortega fue el primero en votar en su casilla este domingo en la consulta sobre la revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Su voto se concretó pasadas las 8:30 de la mañana de este domingo en una casilla en la alcaldía Benito Juárez, que abrió más de 20 minutos tarde, pero sin afectar a nadie, pues los vecinos de esa localidad no esperaban votar a primera hora de la mañana.
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Al igual que hace cuatro años, Felipe votó a favor de AMLO. Aunque a diferencia de ese momento, su hermano y su hijo ya no están. Ambos fallecieron, el primero en 2020 y el segundo en 2021 tras recibir atención deficiente en hospitales privados y públicos del IMSS y el ISSSTE, según relató en entrevista con Grupo Fórmula.
Su hermano fue una de las más de 324 mil víctimas de COVID-19 reconocidas por las autoridades o de las más de 450 mil que aún niegan. Mientras que a su hijo, Luis Felipe, le habían detectado unas manchas en el cerebro, que a los pocos días se convirtieron en un derrame cerebral. Tenía sólo 27 años.
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Y aun así, Felipe decidió participar para respaldar al presidente, por tratarse de un proceso histórico. "Pero no puedo echarle la culpa sólo al gobierno", insistió. "Tenemos que ser cívicos y participar, aunque estemos contra el gobierno".
Como Felipe, otros más de 57 mil 400 ciudadanos fueron los primeros de sus respectivas casillas en participar en la consulta sobre la revocación de mandato, una jornada considerada como histórica no sólo por los simpatizantes de Morena y el propio presidente, sino por el Instituto Nacional Electoral (INE), y la ciudadanía, la mucha o poca que acudió a las casillas, según se quiera ver.
La histórica revocación ¿o ratificación? de mandato
El primer ejercicio de esta naturaleza en el país estuvo manchado desde el primer día por la insistencia de Morena, el partido en el gobierno, de promover y participar en el ejercicio. Y de promoverlo no como lo que se suponía que era, una consulta porque se había perdido la confianza en el presidente, sino un ejercicio para refrendarle el apoyo.
De hecho, fue una organización de simpatizantes de Morena, Que siga la Democracia, la encargada de reunir la mayor parte de las firmas que derivaron en la realización de esta consulta sobre la revocación de mandato.
Que justo, la líder de la organización, Gabriela Jiménez, aprovechó la jornada para negar que el partido o los funcionarios del gobierno hubieran invertido recursos en la promoción de la consulta o desde mucho más atrás, en la recolección de firmas a través de su agrupación.
Pero la mancha se extendió aun más pues los propios funcionarios de gobiernos emanados de ese partido promovieron la participación a pesar de que eso no estaba permitido por la ley.
Incluso, el mismo día de la consulta, el dirigente de Morena, Mario Delgado, anunció que ayudarían a personas a llegar a sus casillas porque había "apenas un tercio".
En un video difundido por el propio Delgado, se le observa manejando una camioneta en que llevó a una decena de personas a distintas casillas, incluida la del Parque Escuela Urbano Ecológico Iztacalco, misma donde él votó. Y a la que a su salida, una mujer gritó: "Se va a quedar, se va a quedar, en nombre de Dios, se va a quedar".
“Sabemos que es un tercio de las casillas a las que estamos acostumbrados a votar en las elecciones federales. Por eso hoy además se requiere un esfuerzo extraordinario de la ciudadanía, que salga a buscar su casilla”, dijo en conferencia de prensa.
Pero los acarreados no fueron exclusivos del líder morenista. En la Central de Abastos, también se observó a un grupo de hombres que pasaban lista de a cuántos habían llevado otros votantes y supervisaban el acarreo en una casilla especial.
Con todo y ello se realizó la consulta. Aunque si no hubieran ido a votar, el resultado habría sido el mismo: sin consulta, no hay revocación, ni ratificación, y se habría evitado la erogación de más de 1 mil 692 millones de pesos en un ejercicio que al final, como la novela El Gatopardo, buscaba un cambio para dejar todo como estaba.
Reinó la confusión para los votantes
Uno de los mayores pesares fue la falta de información. Porque muchos ciudadanos desconocían dónde o cómo votar en la consulta sobre la revocación de mandato. Carlos Ramírez, ciudadano originario de Querétaro, relató a Grupo Fórmula que intentó hacerlo en la casilla que instalaron en la colonia Roma, de la alcaldía Cuauhtémoc, porque está cerca de su domicilio.
En el lugar le informaron que no podía votar ahí, ya que se mudó a la capital hace 2 meses y no ha actualizado su domicilio.
Además, le indicaron que si quería participar era necesario que se acudiera a la Escuela Secundaria Técnica 63 Melchor Ocampo, donde había una casilla especial. El ciudadano desconocía que colocaron casillas especiales para este ejercicio popular.
Asimismo, opinó que faltó que hicieran campañas informativas porque hubo “mucha desinformación”. Esto se debe a que, ya instalado en la fila correcta, alrededor de 10 personas se le acercaron a preguntarle para qué era y hubo quien le dijo que si era la fila para votar por que Andrés Manuel López Obrador siguiera como presidente.
Las filas en esa casilla para la consulta eran de entre 70 y 100 personas. Sin embargo, esta cifra era mínima comparada con los cientos de personas circulaban por Correo Mayor para recorrer la diversidad de comercios, como cualquier domingo.
Pese a todo, las casillas especiales terminaron como las más usadas por los votantes, sobre todo aquellos que estaban fuera de su localidad, justo el domingo previo a las vacaciones de Semana Santa. Como la del aeropuerto, que a mediodía sumaba unos 500 votos, más del doble que las casillas promedio en la CDMX.
INE logró cifra histórica
En su propia defensa, el INE trató de promover la participación en la consulta sobre la revocación de mandato para respaldar su propio trabajo. Apenas el viernes, el consejero Uuc-kib Espadas dijo en una entrevista con Grupo Fórmula que si las urnas se quedaban vacías, no eran las urnas del gobierno, sino las del órgano electoral.
""El INE sí necesita ser defendido y la mejor manera en que se puede defender al Instituto es acudir a votar", urgió.
El domingo, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, objeto de las críticas del presidente AMLO y su partido porque sólo se instaló una tercera parte de las casillas, celebró también la marca histórica de sedes.
"De las 57 mil 448 casillas aprobadas para instalar hoy, tenemos reporte ya de instaladas de 57 mil 423, 99.96 por ciento. En otros procesos electorales, a estas alturas de la jornada electoral esta es una cifra histórica", aseguró Córdova a la mitad de la jornada con el mismo adjetivo con el que la definieron el director del IMSS, Zoé Robledo, o el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco. O hasta el mismo AMLO.
Prefirieron la iglesia
Histórica. Así también la definió la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, al acudir a presentar su voto. "Es un día histórico para Iztapalapa y para el país", aseguró. Aunque para la mayoría de los iztapalapenses, este domingo 10 de abril, día de la consulta sobre la revocación de mandato de AMLO, transcurrió como cualquier otro fin de semana.
Cientos de ciudadanos inundaron las calles aledañas a la Macroplaza y con largas filas de personas se formaron frente a las iglesias para pode bendecir sus palmas este domingo de ramos, mientras la mayoría de las casillas instaladas por el INE en la demarcación lucieron con poca afluencia a lo largo del día.
Aun así, por la noche, el presidente AMLO salió a festejar en un mensaje en que agradeció a los participantes en la consulta sobre la revocación de mandato. "Me da mucho gusto poderme comunicar esta noche histórica con ustedes", dijo a la ciudadanía mexicana.
"Es algo inédito", calificó, "y un paso adelante en el propósito de hacer valer nuestra democracia y no quedarnos sólo con la democracia representativa, sino avanzar a la democracia participativa", insistió el presidente.
Porque al final, también de eso se trataba. Al margen de si AMLO se iba o se quedaba, para muchos ciudadanos, la clave era que el ejercicio perdure más allá de este sexenio. "Nos da la oportunidad de que a partir de hoy los próximos gobernantes puedan ser evaluados", comentó Felipe Ortega. Quien además pidió a los funcionarios de casilla que le tomaran una voto para mandársela a sus nietos.
Y ese fue el punto de coincidencia con muchos de los entre 15 y 17 millones de mexicanos que acudieron, como quería Morena, a la revocación, o en este caso, ratificación de mandato de AMLO. “Me siento orgulloso de participar”, insistió Felipe. “Me siento orgulloso, pero extraño a mi hijo y a mi hermano. Sé que ellos también hubiesen votado”, relató. *Con información de Aseneth Hernández, Martín Rocha y Luis Lozano