Petróleos Mexicanos (Pemex) aprobó oficialmente la donación del terreno en el que se construiría la refinería Bicentenario, en Tula, para ahora edificar el Hospital General de Zona del IMSS en Hidalgo.
En un comunicado, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que con ello, se sustituirá el hospital dañado por el desbordamiento del río Tula en septiembre de 2021.
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De acuerdo con la dependencia, el nuevo centro médico contará con 144 camas que darán servicio a los derechohabientes de Hidalgo, en un predio de aproximadamente 169 mil 593.83 metros cuadrados.
“Son 101 camas más que el Hospital General de Zona No. 5 que se dañó. No solamente es urgente la construcción del nosocomio por la creciente derechohabiencia de la zona, también porque se otorgaría atención médica a la población derechohabiente adscrita a poco más de cuatro Unidades Médico Familiares y en subespecialidad del Hospital General de Zona de Tepeji del Río”, dijo el director de Administración del Seguro Social, Borsalino González Andrade.
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El IMSS reveló que entre las condiciones de Pemex para esta donación, se encuentra que el uso sea exclusivo para una unidad médica, así como utilizar el terreno en un plazo no mayor a 180 días. Además, la escrituración se llevará a cabo en un plazo máximo de dos años.
"Existe la posibilidad de atender eventualmente a la derechohabiencia de Pemex, al amparo del convenio que se firme con el Seguro Social", informó la dependencia en la misiva.
¿Por qué no se construyó la refinería de Calderón?
La refinería Bicentenario fue impulsada durante el sexenio de Felipe Calderón, quien anunció su construcción el 18 de marzo de 2008, en el 70 aniversario de la expropiación petrolera. La inversión inicial sería de 12 mil millones de pesos en el primer año.
Sin embargo, en 2014, ya con Enrique Peña Nieto en la presidencia, la refinería Bicentenario fue oficialmente cancelada. Hasta ese momento, se habían invertido y perdido en este proyecto recursos fiscales por más de 9 mil millones de pesos.
El entonces secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y Emilio Lozoya, director de Pemex, anunciaron la cancelación en diciembre de 2014 en una visita a Tula y explicaron que su edificación no era rentable para la empresa petrolera, pues suponía una mayor inversión que una modernización de la refinería Miguel Hidalgo.
Y así, de la refinería de Calderón en Tula... sólo quedó una barda.