Herminio Pérez tenía 28 años, era un joven indígena que dejó la comunidad de Santo Domingo Tepuxtepec Mixe, en Oaxaca, desde 2012 para migrar a Estados Unidos (EU) y tener mejores condiciones de vida.
Su objetivo era cruzar la frontera, trabajar, ahorrar dinero y regresar a la comunidad mixe para construir su casa. También quería comprarse un carro y poner un negocio.
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“Eso es lo que él siempre pensaba, hacer una casita. Como venimos de un lugar donde no tenemos casi nada, en una Sierra Mixe que es un lugar pobre y no tenemos ni casa, ni carro, nada pues”, señaló a Grupo Fórmula uno de sus familiares.
El migrante vivía en Milwaukee, una ciudad en Wisconsin que está cerca de la frontera entre EU y Canadá. Ahí trabajaba en una agencia que lo enviaba a diferentes fábricas para realizar tareas de mantenimiento. Durante un tiempo fue vendedor de tacos en un food truck, pero dejó ese empleo porque vendieron el carrito.
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Además de que era trabajador, el joven mixe era amable y cariñoso, según su familia. Así como “una persona a todo dar” que no se metía en problemas. No era tan alto, medía 1.65 metros aproximadamente.
Herminio Pérez tenía una hija de 13 años en México; así como dos hijos en Milwaukee de su primer matrimonio en EU y su última esposa está embarazada. Su familia era numerosa, ya que en el país norteamericano tenía cuatro hermanas y hermanos, y en Oaxaca otros seis.
Al joven mexicano le gustaban los deportes. En su tiempo libre o cuando no trabajaba salía a jugar basquetbol. Sin embargo, la policía de Phoenix, ciudad de Arizona, encontró su cuerpo y el de otros dos migrantes mexicanos, Abimael Jiménez e Isauro Martínez, el 20 de febrero en un baldío.
¿Qué hacía Herminio Pérez en Arizona si vivía en Milwaukee?
Uno de los presuntos asesinos identificado como Gonzalo Martínez, a quien apodan “El Chino” y que fue detenido el 2 de marzo, y Jonás, otro de los migrantes mixes que vivía en EU, contactaron a Herminio Pérez para ofrecerle trabajo como “raitero”, es decir, para trasladar personas en territorio estadounidense.
Jonás le pidió al hombre de 28 años que se trasladara a Phoenix. Uno de sus familiares le pidió que tuviera cuidado y el migrante mixe le comunicó que iba a analizar si aceptaba la oferta o no.
Herminio Pérez aceptó el empleo y Gonzalo Martínez fue a recogerlo a Milwaukee para llevarlo a Phoenix. La víctima transportó personas en dos ocasiones, previo a su homicidio. “El Chino” y Jonás le pidieron que en su tercer viaje fuera a Los Ángeles, donde vivían los otros dos migrantes, a dejar a algunas personas.
Uno de los conocidos de Herminio y familiar de Abimael Jiménez e Isauro Martínez le pidió ayuda para llevar a los otros dos jóvenes a Milwaukee, como le quedaba de paso aceptó.
Su familia tuvo contacto con él horas antes de su homicidio
Al terminar su viaje en Los Ángeles, el migrante de 28 años iba a regresar a la ciudad en la que vivía, pero tuvo que trasladarse a Phoenix. Por lo que los jóvenes mixes de 16 y 21 años lo acompañaron.
Herminio Pérez se contactó con sus familiares por última vez el 19 de febrero a las 22:30 horas. A través de una llamada les contó que se dirigía a Arizona, junto con Abimael e Isauro, y el 20 de febrero regresaría a Milwaukee.
La víctima avisó que llegó a su destino alrededor de las 23:00 y después de eso no supieron nada más. Su familia encontró que su celular se apagó a las 0:27 horas, igual que los de los otros dos migrantes.
Por ello, su esposa le habló por teléfono a Gonzalo Martínez, quien aseguró no saber nada de su esposo. Más tarde le volvió a marcar y el presunto homicida le pidió que dejara de molestarlo.
Cuatro días después su familia supo que estaba muerto
El 20 de febrero su familia se enteró, gracias a un noticiero, que el Departamento de Policía de Phoenix encontró los cuerpos de tres migrantes mexicanos. Así que se comunicaron con algunos reporteros y les preguntaron si podían averiguar la identidad de las personas que localizaron.
A pesar de que se comprometieron a hacerlo, no volvieron a contactar a los familiares. Así que llamaron a la policía, a Migración y a diferentes cárceles para saber si Herminio, Abimael o Isauro estaban ahí.
Fue hasta el 24 de febrero que un detective los ayudó, le dieron los datos de los migrantes y el 25 de febrero el agente les confirmó que se trataba de ellos.
La esposa de Herminio Pérez acusó que él le comentó que si le llegaba a pasar algo era porque Jonás lo amenazó.
“A su esposa le dijo: cualquier cosa que me pase o me matan o algo así es porque Jonás me amenazó. Me dijo que me iba a cortar el cuello”, señaló uno de sus familiares.
La víctima de 28 años le contó a su cónyuge que desconocía los motivos por los que el presunto homicida lo amenazó. La familia de Herminio Pérez exigió que las autoridades hagan justicia, investiguen y detengan a todos los involucrados