A raíz de la pandemia de COVID-19, la salud emocional de niñas, niños y adolescentes mexicanos se ha visto severamente afectada debido al confinamiento, provocando que se vuelvan más iracundos, depresivos y que incluso desarrollen trastornos alimenticios.
De acuerdo con un la Encuesta ENCOVID-19 Infancia, realizada por la Unicef y la Universidad Iberoamericana (Ibero), el 25 por ciento de hogares en los que habitan menores de edad, es decir uno de cada 4, los miembros de la familia han reportado síntomas severos de ansiedad.
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La doctora Catalina Gómez, jefa de Política Social de UNICEF, recalcó en entrevista con Joaquín López Dóriga para Grupo Fórmula que si bien esta cifra es menor a los niveles registrados en mayo de 2020, a inicios de la pandemia, la afectación a la salud mental de los menores aún existe.
Menores se vuelven iracundos y depresivos
De acuerdo con las cifras más recientes del estudio realizado por la Unicef y la Ibero, los problemas de salud mental que más persisten entre niñas, niños y adolescentes mexicanos son anímicos, pues gran parte de menores desarrollaron comportamientos depresivos mientras otros se volvieron más agresivos.
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En octubre de 2021, 20 por ciento de menores de 18 años, dos de cada 10, dijeron sentirse muy tristes o con falta de ánimo, cifra que representa el doble de los registrados al inicio de la pandemia, en mayo de 2020.
Además, el 21 por ciento, uno de cada 5 niños, niñas y adolescentes, se mostraron agresivos o tercos, casi el doble del 12 por ciento registrado durante los primeros meses del año anterior.
Trastornos alimenticios también se disparan
En el estudio antes mencionado destaca que gran parte de menores han desarrollado trastornos alimenticios, como pérdida de apetito o comer en exceso, durante los casi 2 años que ha durado la emergencia sanitaria.
De acuerdo con cifras de la Unicef y la Ibero, en octubre de 2021 el 18 por ciento de hogares en los que habitan niñas, niños o adolescentes, dijeron haber observado que consumen alimentos en exceso o que han aumentado de peso.
En contraste, el 11 por ciento de los menores, uno de cada 10, han perdido el apetito o dejado de comer debido a cuestiones anímicas.
Menores tienen más miedo y pesadillas
Otro de los indicadores que revelan las afectaciones en la salud mental de niñas, niños y adolescentes, a raíz de la pandemia de COVID-19 es el aumento en los sentimientos de miedo y pesadillas.
El 16 por ciento de los menores dijeron haber sentido nuevos miedos o miedos recurrentes, mientras que el 9 por ciento, uno de cada 10, dijo tener pesadillas recurrentes.