La revocación de mandato es un triunfo para las y los mexicanos... ¿o es un desastre con consecuencias negativas? Puede ser ambas. Lo cierto es que este ejercicio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es histórico y el país, para bien o para mal, no volverá a ser el mismo.
El titular del ejecutivo presentó las consultas populares como una gran muestra de democracia participativa para que fuera el pueblo de México el que decidiera sobre varios temas de interés político.
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De esta forma hemos podido ver consultas para preguntarle a los mexicanos si están de acuerdo con la realización de proyectos como el Tren Maya, la suspensión de la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, si se emprendía un proceso de esclarecimiento de las decisiones tomadas en años pasados por actores políticos, y la última, si debe llevarse a cabo una votación para determinar o no, la conclusión anticipada del mandatario, a partir de la pérdida de la confianza.
Los ejercicios de participación ciudadana son algo positivo para las y los mexicanos: se tiene una mayor incidencia en los asuntos de interés público... eso no quita que estén libres de vicios y actos ilegales durante su realización. Además de que puedan ser herramientas que se perviertan para tomar decisiones políticas con un impacto negativo para el país.
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Por ejemplo, Radio Fórmula Digital reveló en exclusiva el pasado 4 de diciembre que el Instituto Nacional Electoral (INE) halló miles de firmas de personas dadas de baja de la Lista Nominal, debido a que fallecieron o se encuentran en prisión purgando una pena.
Lo bueno: revocación de mandato, un triunfo de la ciudadanía
Pese a que el ejercicio sobre el juicio a expresidentes resultó en un hecho inédito, ya que fue la “primera consulta constitucional que se lleva a cabo en la historia del país”, según en propias palabras de López Obrador, fue considerada por muchos como algo ineficiente, pues no se logró juntar el 40 por ciento de participación necesario para ser vinculatorio.
Sin embargo, el profesor Javier Contreras, licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, afirmó en entrevista para Radio Fórmula Digital, que tanto la consulta para enjuiciar a expresidentes y la revocación de mandato sí fueron de utilidad para los mexicanos.
¿La razón? Ahora el pueblo de México conoce sus derechos, por lo que, con el actual gobierno como en futuras administraciones, podrá aspirar a poner en práctica estas consultas democráticas.
“Ya hay una victoria para el pueblo de México en tanto conoce sus derechos y que puede aspirar o pugnar en su caso por abrir estas consultas democráticas. El hecho de que la ciudadanía tenga la plena conciencia que existen estos instrumentos a su disposición en su texto constitucional, que hay lineamientos del Instituto Nacional Electoral, y que hay una ley de revocación de mandato, los puede ejercitar con el actual presidente López Obrador o con las próximas personas que puedan ocupar la titularidad del poder ejecutivo. Creo que ahí es donde vemos una ganancia para la ciudadanía en México”, detalló.
Para el también académico en derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el impulso de este tipo de ejercicios es un hecho “inédito”, pues abonan a la calidad democrática del territorio nacional.
“Me parece una adecuada convocatoria a adoptar mecanismos democráticos con los cuales la ciudadanía en México no se encontraba familiarizada. Ambas instituciones jurídico políticas tanto la revocación de mandato como la consulta popular son ejercicios inéditos en la democracia mexicana (…) El propio presidente ha mencionado que él busca ser una especie de pedagogía política y el hecho de que desde la figura presidencial se promuevan estas instituciones que forman parte del régimen constitucional mexicano abona en la mejora de nuestra calidad democrática y de nuestro ejercicio de ciudadanía”, agregó.
Finalmente, el profesor Javier Contreras reconoció que los ejercicios impulsados desde la figura presidencial “deben y pueden afinarse tanto en materia de recursos públicos como en los propios procedimientos y lineamientos aprobados por el Instituto Nacional Electoral”.
Lo malo: polariza al país y fortalece al presidencialismo
Pedro Salazar, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, consideró que la revocación de mandato es una "manzana" envenenada que puede polarizar al país, además de que fortalece la figura del presidencialismo mexicano.
En un texto publicado en la revista de dicho Instituto de la Máxima Casa de Estudios, el académico consideró que el ejercicio podría generar inestabilidad política, además de que encumbra a la figura del presidente, lo cual puede derivar en autoritarismo y hacer del Poder Ejecutivo una institución "monocrática".
"Además son mecanismos que abonan en la polarización que tanto daño hace a las sociedades. Mucho he escuchado sobre que la polarización de fondo –la que proviene de la pobreza, la desigualdad y la exclusión– ha estado ahí desde hace tiempo y que lo único que ha cambiado es que ha cobrado expresión en la voz del gobierno y sus seguidores y obtenido respuesta por sus opositores. Puede ser cierto, pero también lo es, que esa expresión ha socavado las posibilidades de una deliberación pública atenta a los problemas nacionales –que son ingentes– y constructiva en sus resultados. El ejercicio de la revocación de mandato crisparía aún más los ánimos", aseveró en el texto.
"En ese sentido también es relevante que el ejercicio giraría en torno de la figura del presidente. Ello no sólo exacerbará nuestro presidencialismo, sino que anticiparía una disputa democrática en la que la elección presidencial coincide con otras elecciones y, en particular, con las legislativas. Es cierto que el ejercicio revocatorio no es equivalente a una elección del titular del Poder Ejecutivo pero sí se centra en el mismo. Ello en detrimento del protagonismo que en una democracia deben tener los parlamentos (en nuestro caso el Congreso de la Unión)."
Lo feo: trampas y miles de firmas de muertos
La consulta de revocación de mandato fue un festín de trampas y surrealismo. De hecho, parece la trama de una película de terror: los simpatizantes de López Obrador "revivieron" a miles de muertos y los hicieron firmar a favor del ejercicio.
Radio Fórmula digital fue el primer medio en revelar, el pasado 4 de diciembre, que el organismo electoral halló miles de apoyos de ciudadanos y ciudadanas dadas de baja de la lista nominal debido a que fallecieron o se encuentran purgando una pena en prisión.
En total, el INE detectó un total de 990 mil 189 rúbricas irregulares: 693 mil 209 firmas con anomalías fueron halladas en papel, mientras que las otras 296 mil 980 las encontraron en la app móvil.
Asimismo, el árbitro electoral reportó que 17 mil 833 firmas pertenecen a ciudadanos difuntos y otras mil 265 corresponden a personas privadas de su libertad por haber cometido algún delito.
No sólo eso, el INE encontró que 1 de cada 4 firmas para la revocación de mandato fueron usurpadas, de acuerdo con una muestra estadística de 850 ciudadanos y ciudadanas que fueron visitados en sus domicilios para confirmar si dieron su apoyo o no.
El organismo detalló que, en concreto, el 24.96 por ciento de la ciudadanía visitada, equivalente a 161 personas, señaló que no había dado su apoyo a la revocación de mandato de AMLO; mientras que el 75.04 por ciento reconoció sí haberlo hecho.