Pese a que en diferentes ocasiones el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha señalado al exmandatario Carlos Salinas de Gortari como el ‘jefe de la mafia del poder’, en algún momento llegaron a militar en el PRI, incluso ambos participaron en un evento juntos.
De acuerdo con lo señalado en el libro ‘Los suspirantes 2018’ de Jorge Zepeda Patterson, el jefe del Ejecutivo Federal se unió a la Corriente Democrática, fracción del PRI, nacida antes de la elección presidencial de 1988.
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Previo a los comicios para cambio de presidente y gobernador, las oficinas de Clara Jusidman, jefa de López Obrador, se empezaron a llenar de priistas, entre ellos Salinas de Gortari quien tenía un gran aprecio por ésta.
Esta relación permitió que Andrés Manuel fuera invitado a un acto de campaña realizado en Chiapas sobre temas indigenistas, en el cual, estuvo presente el candidato presidencial.
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Sin embargo, sus pocas esperanzas depositadas en Carlos Salinas se agotaron, una vez que el tabasqueño presentó una ponencia con su tesis sobre la Chontalpa, sobre el apoyo al indigenismo, y el expresidente planteó justamente lo contrario.
Lo anterior, llevó a Graco Ramírez, ex gobernador de Morelos, a buscar a López Obrador para convencerlo de renunciar al PRI y a su vez unirse a la candidatura por el Frente Democrático Nacional (FDN) para competir por la gubernatura de Tabasco.
No obstante, convencerlo no fue fácil pues su familia, principalmente su esposa Rocío Beltrán Medina, le aconsejó no aceptar dado que tenían una vida estable, dos hijos y un ingreso fijo, por lo que cambiarlo por una candidatura condenada a la derrota era una idea descabellada.
Fue gracias a la ayuda de sus padres y a Cuauhtémoc Cárdenas, hijo de Lázaro Cárdenas, uno de los grandes héroes del presidente, quienes lograron convencerlo de unirse a la contienda.
Su regreso causó gran conmoción en Tabasco, pues llegó con la idea de desafiar al partido, aunque reconoció que no había la posibilidad de vencer al PRI, era el momento de arrancar un movimiento para lograr el cambio en la entidad.
Fue así como inició una campaña inédita, pues sin los recursos suficientes lograron generar miedo entre sus contrincantes directos. Sin embargo, representó el esquema político que AMLO aplicaría en sus campañas sucesivas y lo llevaron a ganar en 2018.