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¿José Ramón se inventó un trabajo? El misterio de KEI Partners

A pesar de que el reportaje de la Mansión del Bienestar salió en enero, las evidencias del trabajo del hijo de AMLO... fueron creadas en febrero, pese a que su empresa dice tener cuatro décadas de experiencia.

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No es la trama de la película Interestelar... donde en un planeta cerca de un agujero negro los minutos equivalen a varios años en la Tierra, pero José Ramón López Beltrán hizo lo mismo: reveló que trabaja en una empresa, KEI Partners, que tiene 40 años de historia... pero apenas fue creada (al menos digitalmente) en la última semana.

Podemos decir, entonces, que en la Cuarta Transformación son alquimistas: reviven a los muertos para hacerlos firmar para la revocación de mandato; hacen que la verdad no sea mentira, pero tampoco verdadera; y ahora, son capaces de manipular el tiempo: firmas que nacieron en febrero, pero existen desde hace cuatro décadas. La relatividad de Einstein fue llevada al máximo por el partido guinda.

Si Jesucristo convirtió el agua en vino, el partido en el poder convirtió la realidad en otros datos.

El sitio de la referida firma, KEI Partners, empresa enfocada en el sector hotelera, de la cual López Beltrán es asesor legal, tiene múltiples irregularidades: las fotos son capturas de pantalla sacadas ¡el 12 de febrero! Además de que redirecciona a un canal de Vimeo creado este mismo mes, en donde sólo hay un video.

Además, la página web, cuyo dominio fue adquirido en 2019 y tiene un diseño que parece amateur, además de que no tiene muestras de su trabajo ni algunos de sus posibles clientes del sector turístico, arroja un posible nuevo conflicto de interés: tiene como socios a Karla Wiedemann, así como a Iván y Érika Chávez, hijos de Daniel Chávez Morán, empresario de Vidanta y asesor de Andrés Manuel López Obrador... que de hecho participa en el Tren Maya.

De hecho, Karla Wiedemann, supuesta accionista de la empresa, tiene una cuenta de Twitter que data de 2016, donde sólo tiene una publicación: un reposteo de un tuit de Vidanta.

Por lo tanto, la página de la supuesta empresa KEI Partners, parece hecha a las prisas... y por un diseñador web amateur, pues lejos de aclarar de qué vive López Beltrán, envuelto en el escándalo por la llamada Mansión del Bienestar, genera más dudas y arroja más posibles conflictos de interés.

Lo anterior pese a que, en plena resaca post Super Bowl, Carolyn Adams y el primogénito de AMLO lanzaron posicionamientos en sus redes sociales para negar que hayan incurrido en una ilegalidad. Pasaron un par de semanas de silencio tras el reportaje de finales de enero de Latinus y MCCI para que finalmente se pronunciaran. Y José Ramón lo hizo presumiendo un trabajo cuya evidencia de existencia fue creada en febrero.

De esta posverdad, por cierto, tampoco se libra la oposición y su oportunismo: el PRI admite, en un honesto lapsus, que nunca aprobará algo que beneficie a México; y los miembros del PAN defienden la libertad de prensa, a pesar de que en sus sexenios inició las crisis de inseguridad y violencia en la que seguimos empantanados, sin contar que su Secretario de Seguridad está preso por narco. 

Nuestra clase política ya no es un circo ni una comedia: roza en el terreno de la Ciencia Ficción... una de carácter distópico. Andrés Manuel López Obrador revela sin empacho el supuesto sueldo anual de Carlos Loret de Mola, lo cual es un delito. Una alcaldesa en la Ciudad de México, la de Cuauhtémoc, secuestra policías. Un ex candidato presidencial, Ricardo Anaya, quiere liderar a la oposición... pese a que tiene un pie en la cárcel por corrupción (y no se nos olvide que sigue teniendo cuentas pendientes por lavado de dinero).

Y no nos olvidemos del precandidato de Movimiento Ciudadano a Quintana Roo, Roberto Palazuelos: que es un posible homicida confeso que presume admirar la inteligencia del Chapo Guzmán.

Nuestra situación es una pesadilla. Y cuando el mexicano despertó, ya no era un dinosaurio: era el Parque Jurásico completo. Bestias guindas, azules, tricolores... y naranjas.