Emilio Lozoya se ha quedado solo. Lejos han quedado los días de los trajes y las corbatas. De la embriaguez del poder. Del lujo y de la riqueza. De los helicópteros y los autos blindados. Ahora viste con un traje beige, como cualquier otro presidiario, y se ha quedado abandonado en el Reclusorio Norte. De las noches en el Hunan a cenar tras las rejas de acero.
Ni su familia más cercana, su padre, el antiguo funcionario salinista Emilio Lozoya Thalmann, ni su madre, su esposa y su hermana, las tres perseguidas judicialmente, están para hacerle compañía. El todopoderoso ex director de Pemex ahora vive atrapado en una fría celda de cemento y hormigón en las entrañas de una prisión en la Ciudad de México.
¿Qué hizo caer a Lozoya Austin? El antiguo 'chico dorado' del peñismo ya era uno de los consentidos de la Cuarta Transformación: sus declaraciones, que hasta ahora no se han podido probar, se volvieron oro puro del obradorismo para señalar a adversarios. Milo, como le dice su familia, vivía con total impunidad... hasta que una foto lo hizo caer. Al mismo tiempo que sus acusaciones se desmoronan.
El 9 de octubre de 2021, el ex funcionario federal, que ya había logrado prisión domiciliaria, fue captado por la periodista Lourdes Mendoza en el lujoso restaurante Hunan de la capital del país. La imagen se volvió en un símbolo del cinismo, el descaro y la corrupción.
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Se volvió en un ícono de la impunidad. La indignación provocada por la fotografía causó, incluso, el enojo presidencial. Los días de Lozoya en libertad, aunque fuera condicional, llegaron a su fin.
"Lo que la foto que yo tomé generó fue darle visibilidad al asunto de corrupción judicial más importante de México, eso es lo que develó la foto, en donde Emilio Lozoya contaba con toda la impunidad del gobierno a cambio de decir mentiras, a cambio de no ir a la cárcel", puntualiza la columnista en entrevista por videollamada.
En agosto 2020 se dio a conocer, es decir, se filtró, una denuncia en la que, como parte del caso Odebrecht, el ex director lanzó señalamientos ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra 17 personas, incluida Lourdes Mendoza, así como el ex presidente Enrique Peña Nieto y el ex secretario de Hacienda Luis Videgaray.
La periodista, que acaba de publicar el libro Con la Frente en Alto: testimonio contra la impunidad, señala en entrevista exclusiva con Radio Fórmula Mx que a raíz de eso demandó a Lozoya por daño moral y ya logró acreditar, ganando en dos instancias judiciales, que las acusaciones del ex funcionario no tienen fundamento.
Las denuncias del ex director de Pemex para salvar su propio pellejo se sostenían con alfileres... y ahora su caída es inminente. Las autoridades judiciales ya determinaron que él fue el único beneficiario del caso Odebrecht en México.
"Es el teatro judicial más importante que hemos tenido en este país. En otros sexenios teníamos aprehensiones importantísimas, pero nunca un teatro judicial de estas magnitudes, jamás y sin ninguna prueba", agrega la periodista.
Lozoya destruyó a su propia familia... y se ha quedado solo
En entrevista, Lourdes Mendoza cuenta cómo son los días de Milo en prisión: por un lado, vive con todo tipo de lujos, se emborracha diario e incluso le pasan whisky de contrabando en botellas de Sidral Mundet. "Vive ahogado todos los días", describe la también escritora.
Sin embargo... su vida transcurre en total soledad. Ni su padre, que no es perseguido judicialmente, lo apoya en las audiencias.
Su madre y su hermana son perseguidas por la justicia... lo mismo que su esposa, que reside actualmente en Alemania. La sombra de los delitos del ex director de Pemex, acusado de lavado de dinero, persigue a sus bienqueridos.
En la última audiencia de Lozoya realizada en noviembre, la cual terminó por ser diferida, no hubo ningún familiar ni amigo del acusado. Unicamente, cuenta Lourdes Mendoza, quien acudió a la misma, estaban sus abogados y la persona que lo cuida.
"Ni su papá, que su papá si está libre, ni sus primos, ni su hermano, ni sus cómplices, Henríquez Autrey, ni Froylán Gracia, ninguno de los comensales del Hunan. Totalmente solo y vestido de Beige", narra la periodista.
"Entonces si el abogado (de Lozoya) dice que no lo vamos a ver hundido, yo no sé qué sea más hundido que estar en la cárcel vistiendo de beige, durmiendo en una celda. Sí con todos los privilegios, sí, pero ya te señaló la gente como un corrupto… como un vulgar mentiroso que acabaste con toda tu familia".
Pero Lozoya no sólo acabó con su familia... también acabó con el que supuestamente iba a ser el caso judicial más importante del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
A pesar de que el ex candidato presidencial Ricardo Anaya, el ex senador Jorge Lavalle y el ex director de Pemex, Carlos Treviño, atraviesan actualmente por procesos penales a raíz de las denuncias de Lozoya, hasta ahora las autoridades no han logrado acreditar nada. Tampoco se han logrado comprobar las acusaciones contra el ex presidente Peña y contra Videgaray,
Sin embargo, el daño hecho está, Lourdes Mendoza narra que, en lo personal, ha recibido todo tipo de insultos y descalificaciones, con el agravante del machismo, además de que ha temido por su vida. Sin importar que las autoridades judiciales han acreditado que fue calumniada y acusada falsamente y sin pruebas.
Es una victoria ciudadana que, gracias a la foto en el Hunan, Lozoya esté encerrado ahora en la cárcel (aunque hay la posibilidad de que llegue a un acuerdo reparatorio con el Gobierno), pero Lourdes Mendoza considera que la verdadera justicia será cuando no haya ninguna impunidad por este caso.
Al ex director de Pemex, finaliza la columnista, le salió "el tiro por la culata": no pudo probar sus acusaciones y quedará como un mentiroso que destruyó a su familia.
"Pareciera ser que somos las mujeres hoy en día y a lo largo de la historia el mayor error de cálculo de los hombres, tanto en términos familiares, como de política tanto en término de sociales", sentencia la periodista.