El activista con parálisis cerebral, Daniel Robles Haro, anunció este domingo que demandará al Estado Mexicano que le provea de un servicio de asistencia sexual, ¿en qué consiste su demanda?
A través de su cuenta de Twitter, el activista de 26 años originario de Zapopan, Jalisco, informó que buscará ayuda especializada para garantizar sus derechos humanos, reproductivos y sexuales.
"Daniel Robles Haro mexicano de 26 años con parálisis cerebral severa, voy a demandar al estado que me provea de un servicio de asistencia sexual", indicó en la red social.
Robles Haro argumentó que clínica, médica y físicamente no puede controlar sus brazos y manos por lo que no puede acceder a la auto exploración de su propio cuerpo. Por ello, buscará asistencia para hacer valer sus derechos reproductivos y sexuales.
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¿Existe la asistencia sexual para personas con discapacidad?
En México existen 6 millones 179 mil 890 personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa 4.9 por ciento de la población total del país, de los cuales 53 por ciento son mujeres y 47 por ciento son hombres, de acuerdo con información del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La Ley General para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad señala la necesidad de asistencia personal que requiere este sector de la población en cualquier momento de sus vidas, pero la asistencia sexual no se menciona en ningún momento.
Aunque en México este sigue siendo un tema tabú, lo cierto es que los asistentes sexuales existen, pero brindan sus servicios de forma encubierta desde el trabajo sexual o desde asociaciones que lo incluyen en sus servicios ante la demanda como Asistencia social.org.
Sin embargo, esta figura existe en países como Suiza, Francia, Países Bajos, Dinamarca y Australia, donde se le conoce como sexo servicio entrenado y está subsidiado por el Estado.
Especialistas aseguran que la discusión y la posible inclusión del tema en la legislación permitiría crear estrategias para la regulación y capacitación de las personas que la ofrecen, a fin de garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las personas con discapacidad, pero sin provocarles algún tipo de lesión física o emocional._Con información de Chilango