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'Jugarse' la vida en prisión: las deudas del sistema penitenciario mexicano

Ser mujeres privadas de la libertad en el sistema penitenciario mexicano significa ser un alma en pena, voces en silencio, en pocas palabras, ser invisible.

¿Qué desafíos en materia de salud enfrentar la cárcel de mujeres?Créditos: Especial.
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Ser mujer privada de la libertad en el sistema penitenciario mexicano significa ser un alma en pena, voces en silencio, en pocas palabras, ser invisible: así lo considera Beatriz Maldonado, directora general de Mujeres Unidas por la Libertad (MUXLL), una organización civil feminista que trabaja en la reinserción social.

Esto responde en gran parte a que las prisiones fueron hechas por y para hombres, limitando los espacios dignos para las mujeres y restringiendo el derecho a la salud integral y llevándolas a enfrentar la invisibilidad, aun cuando la Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP) establece en su décimo artículo que las mujeres privadas de la libertad deben contar con las instalaciones adecuadas, así como los artículos necesarios, para una estancia digna y segura.

Sin embargo, Beatriz, quien también estuvo privada de la libertad, hace un señalamiento a las autoridades debido a que no se han concientizado ni sensibilizado ante los requerimientos económicos, sociales, emocionales y de salud que requieren las mujeres en prisión. "Los derechos humanos no son negociables", condena Maldonado.

'Jugarse' la vida en prisión

En México existe el registro de 285 centros penitenciarios, de los que 14 dependen del gobierno federal, 13 de la Ciudad de México y 258 corresponden a administraciones estatales, según el Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional de agosto 2022.

Hasta el octavo mes del año se contabilizaba una población total de 229 mil 945 personas, de las que 12 mil 903 son mujeres, es decir, ¡sólo el 5.62 por ciento! Estos datos ponen en evidencia que la impartición de justicia con perspectiva de género está muuuy lejos de ser un tema en la agenda.

Aspectos de la vida diria dentro del reclusorio femenil de Santa Martha. Fuente: Cuartoscuro.

"Sabemos lo que es estar en esos zapatos, sabemos lo que es estar en un lugar impregnado con chinches, o el carecer de algo para comer, el tener hambre y que nadie pueda, de pronto, arrimarte un taco porque prácticamente la comida -aunque tratamos todas de colaborar- llega un momento en el que no alcanza”, relata Adriana Leyva Alanís, fundadora de MUXLL.

La integrante de esta colectiva -conformada en su totalidad por mujeres privadas de la libertad- cuenta que al ingresar al centro penitenciario debes permanecer por días con la misma ropa interior hasta que llega tu primera visita. O, en algunos casos, la lavan; sin embargo, la usan húmedo.

Pero la vida de alguien en el centro penitenciario no se reduce a un número más. Al contrario, las mujeres privadas de la libertad trabajan para ser autosuficientes, participan en talleres, se 'juegan la vida' y al salir algunas buscan la reinserción social.

"El mismo Centro genera fuentes de trabajo, aunque son muy mínimas para la cantidad de mujeres que están ahí. Te puedo poner mi ejemplo: yo trabajaba repartiendo la comida, entonces, me pagaban 500 pesos al mes, pero de pronto había que esperarse en enero, porque nos andaban pagando hasta por abril", comenta Leyva.

Al ingresar al centro penitenciario debes permanecer por días con la misma ropa interior hasta que llega tu primera visita. Fuente: Cuartoscuro.

En ese sentido, narra que, por ejemplo, para obtener ingresos algunas optaban por cargar garrafones de agua y llevarlos a las mujeres que sí contaban con recursos económicos. Ellas les pagaban cinco pesos por cada garrafón que subieran, ya sea al primer, segundo o tercer piso. "Era muy pesado", recuerda.

Otra alternativa se liga con los sobreprecios a los artículos de higiene personal y menstrual; por ejemplo, venden toallas sanitarias, alimentos, bebidas… el problema, dice Adriana Leyva, es que es aún más caro que en una tienda normal.

La ausencia del Estado

En abril de 2021, el Gobierno de México dio a conocer que en promedio gasta 3 mil 913 pesos diarios por persona de un total de 12 mil 234 personas privadas de la libertad que se encuentran recluidas en ocho penales privados del país.

"El gasto anual por persona privada de la libertad varía entre los 944 mil y los 2 millones 388 mil pesos, es decir, 2 mil 600 o 6 mil 600 pesos por cada una de ellas. El gasto promedio por persona privada de la liberad al día, va de 3 mil 913 pesos diarios”, señaló Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana.

Pero MUXLL cuestiona si el recurso realmente es entregado a las mujeres en prisión. "No entiendo en qué gastan 3 mil pesos por cada persona que está privada de la libertad porque, a final de cuentas, quien lleva todo todo el gasto son los familiares -cuando los tienen-; ellos proveen el medicamento, alimento, ropa (...) porque el centro penitenciario no lo da", reprocha.

En el Centro Femenil de Readaptacion Social Santa Martha Acatitla, se inauguró en 2016 la Unidad Medica para la mejor atención a mujeres privadas de la libertad. Fuente: Cuartoscuro.

En tanto, Catalina Pérez Correa aborda en su estudio Mujeres Invisibles: Los costos de la prisión y los efectos indirectos en las mujeres que los bienes básicos son uno de los principales gastos que las familias de las personas en las cárceles deben desembolsar. 

"Hay una falta de atención enorme y todos los temas del centro penitenciario, pues van desde la salud hasta el buen morir", retoma Beatriz al señalar a la población de la tercera edad y cuyo estado de salud se ve agudizado por enfermedades crónicas degenerativas.

"Yo les digo a las autoridades que ellas van a fallecer y si tenemos derecho a la vida, también tenemos derecho a morir dignamente en nuestro hogar y con nuestras familias", sostiene Maldonado en relación con la deuda del Estado con las mujeres privadas de la libertad en el sistema penitenciario de México.

Esta información forma parte de la investigación especial Sobrevivir juntas a la violencia contra las mujeres realizado en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres (#25N).