Estamos en la primera semana de octubre y el ‘olorcito’ a pan de muerto ya se hace presente en todas partes. A pesar de que la celebración del Día de Muertos es hasta final de mes, los panaderos no dejan pasar la oportunidad de vender este manjar. Pero ¿de dónde viene esta tradición?
El pan de muerto se remonta al México prehispánico que abarca del año 2500 A.C al año 1521 de nuestra era, esto es antes y durante la Conquista Española, y comprende la Caída de Tenochtitlán; un evento fundamental en la historia del país que dio paso al Virreinato.
Varias fuentes sugieren que la creación de este pan característico de la festividad del Día de Muertos vendría de una práctica común en aquellos tiempos: los sacrificios humanos. Sí, así como lo lees.
El mito más popular señala que en la época precolombina se solía sacrificar a doncellas para ofrecerlas a los dioses, su corazón aún latiendo se depositaba en una olla con amaranto y este se tenía que morder en símbolo de agradecimiento.
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No obstante, ya en la Época de la Conquista, los españoles rechazaron esta costumbre al considerarla violenta y sugirieron elaborar un pan de trigo en forma de corazón bañado con azúcar pintada de rojo para simular la sangre de la doncella. Sin embargo, esto no se ha corroborado.
Otra versión sobre el origen del pan de muerto
Según la página del Gobierno de México, el pan de muerto podría tener su origen en las ofrendas que se hacían en la Época Prehispánica a la diosa Cihuapipiltin dedicada a las mujeres que morían en el primer parto, las Cihuateteoh.
Las Cihuateteoh eran representadas como pálidos esqueletos de blancas calaveras con garras de águila en vez de manos y vestidos decorados con tibias cruzadas.
Se cree que regresaban al mundo de los vivos para hacer travesuras como causar enfermedades a los niños y las niñas, por ello se les hacía una ofrenda y les hacían regalos.
Las crónicas de Fray Bernardino de Sahagún, autor de varias obras en náhuatl y en castellano valiosas por sus aportes en la reconstrucción de la historia del México prehispánico, dan cuenta de esta tradición.
En un fragmento el misionero franciscano relató: “Y por esto les hacían fiesta y en esta fiesta ofrecían en su templo, o en las encrucijadas de caminos, pan hecho de diversas figuras”.
De tal manera que las ofrendas consistían en panes de figuras como mariposas o rayos (xonicuille) hechos a base de amaranto y "pan ázimo" que era un pan de maíz seco y tostado. A este pan se le llamaba "papalotlaxcalli" o pan de mariposa que era exclusivo de esta ceremonia.
“Era como una tortilla a la cual se le imprimía a la masa aún cruda un sello en forma de mariposa”, describió el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas mediante su cuenta oficial de Twitter.
Al paso del tiempo este pan iría teniendo diversas modificaciones hasta llegar a ser el pan de muerto como lo conocemos hoy en día y que puedes encontrar en la panadería más cercana.
¿Qué significado tiene el pan de muerto?
El pan de muerto que conocemos hoy en día remonta su tradición en la Época Prehispánica y es elemento clave para el Día de Muertos en nuestro país. Pero ¿qué significado tiene?
Pese a tener diversas formas, el más común es redondo y tiene en el centro un círculo que representa el cráneo, las tiras realzadas hacen alusión a los huesos y a las lágrimas derramadas por los que ya no están. Es decir que el pan de muerto es una alegoría a la persona difunta.
De acuerdo con la revista de Muy interesante la forma circular simboliza el ciclo de la vida y la muerte. Así como ‘los huesos’ colocados en forma de cruz representan los cuatro puntos cardinales consagrados a los dioses Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe Tútec y Tezcatlipoca.
A su vez, según el libro Azucarados afanes, dulces y panes de José Luis Curiel Monteagudo citado por la revista especializada, “comer muertos es para el mexicano un verdadero placer, se considera la antropofagia de pan y azúcar; el fenómeno se asimila con respeto e ironía, se desafía a la muerte; se burlan de ella comiéndola“.
¿Qué ingredientes tiene el pan de muerto?
Según la tradición, el pan de muerto típico de la festividad de Día de Muertos se suele preparar con harina de trigo, leche, huevo, levadura, azúcar, sal, mantequilla, y se aromatiza con un toque de azahar, que viene de la flor del naranjo, con la intención de evocar el recuerdo de los difuntos.
Este se cubre con azúcar y a veces con canela o ajonjolí, incluso con amaranto. También actualmente se le puede encontrar relleno de chocolate, queso crema u otros ingredientes, y de diversas formas en los diferentes estados de la república mexicana.
Esto es todo lo que necesitabas saber. Es hora de ir a degustar esta deliciosa tradición de nuestro país como lo es el pan de muerto. Ahora que ya conoces la historia de este dulce elemento que no puede faltar en tu ofrenda el Día de Muertos, no dudes en contársela a tus seres queridos.