Raymundo Ramos, activista espiado con Pegasus por el gobierno de la 4T, vive en Tamaulipas y conoce perfectamente los riesgos de hacerlo. Defensor de derechos humanos que ha exhibido los intentos de ocultar los abusos de las fuerzas de seguridad federal y estatal en la entidad, advierte que ni dos décadas de presencia de militares han podido con la criminalidad en la entidad.
En ese sentido, el tamaulipeco, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, coincide con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien apenas el miércoles pasado regresó a Tamaulipas en una gira oficial tras más de año y medio de ausencia, periodo en el que se distanció de los habitantes de la entidad ante las diferencias con su último exgobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
El mandatario federal asegura que Tamaulipas era inseguro pero eso cambiará con la llegada de su compañero de partido, el morenista Américo Villarreal, hijo del exgobernador del PRI homónimo que mandó en la entidad fronteriza a principios de los 90.
Raymundo coincide con ello, pero también recrimina:
“El gobernador Cabeza de Vaca en su momento lo que hizo fue presentar dos Tamaulipas muy diferentes: el Tamaulipas para los medios de comunicación a los que les pagaba mucho dinero; y el Tamaulipas real, el que vivimos nosotros los ciudadanos. Hoy en día seguimos siendo uno de los estados más inseguros, eso es una realidad”.
“El Tamaulipas que el (ex)gobernador quiso venderle a los medios de comunicación y a los partidos políticos era muy diferente, un Tamaulipas donde había un subregistro de delitos, un ocultamiento de cifras y de casos, de expedientes y donde el gobernador, con su pretensión de maquillar la realidad, estaba apostándole a una candidatura presidencial”, señala Raymundo.
A ello agrega que los gobiernos estatales favorecen a la impunidad de los actos que cometen los militares, lo que orilla a que la mayoría de las personas desconfíen de las fiscalía e incluso no quieran denunciar. Según sus datos, desde 2010 a la fecha se han tramitado 11 recomendaciones por violaciones a derechos humanos de parte de elementos castrenses sólo en Nuevo Laredo.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en lo que va de 2022 suman 22 quejas contra la Sedena por hechos como detención arbitraria, intimidación o uso arbitrario de la fuerza, de las cuales 11 siguen en trámite.
Raymundo Ramos cobró notoriedad a nivel nacional a principios de octubre cuando la investigación Ejército Espía, coordinada por la R3D por los Derechos Digitales, Artículo 19 y SocialTIC, con el apoyo de Citizen Lab de la Universidad de Toronto y los medios Animal Político, Aristegui Noticias y Proceso, dieron a conocer que él estaba bajo espionaje de los militares, junto con dos periodistas, a quienes se sumaron después un tercer comunicador y un diputado de oposición a la lista.
Pero ¿cuál fue el motivo de este espionaje hacia Raymundo?
“Fue en 2020. El 28 de agosto y 2 y 3 de septiembre, ¿qué estaba haciendo esos días? Bueno, no te voy a decir a detalle porque no me acuerdo lo que hice ayer. Lo que sí sé es que estaba en la Ciudad de México, tuve reuniones en oficinas de gobierno, en la CNDH, en la ONU-DH. ¿Sobre qué temas? Seguramente sobre la ejecución de tres jóvenes por parte de la Sedena el 3 de julio de ese año”, cuenta a Grupo Fórmula.
El caso al que se refiere ocurrió en Nuevo Laredo, Tamaulipas; en la narrativa oficial, los militares abrieron fuego contra una camioneta en la que viajaban los tres jóvenes, pero los elementos del Ejército alegaron que se trataba de integrantes del crimen organizado y que se trató de un enfrentamiento. Sin embargo, esto no fue así y un video de la cámara de un soldado permitió conocer lo que realmente pasó y que el Comité de Raymundo denunció.
Todo comenzó por un ataque de sujetos armados desde dos camionetas, mientras que una tercera siguió su camino. Una unidad del Ejército la persiguió, la alcanzó y la descarriló. Aunque desde la unidad inmovilizada nadie disparó, los militares abrieron fuego y mataron a las tres personas: Damián Tercero, de 18 años, originario de Chiapas y quien viajó a Tamaulipas a buscar trabajo; Héctor Rubén Garza, estudiante de ingeniería, y Ángel Núñez Reyna, comerciante de la localidad.
Grupo Fórmula (GF): Decía usted en una entrevista que justo fue ese el tema que pudo haber derivado en este espionaje…
Raymundo Ramos (RR): Es lo más probable que sí –resalta con su voz grave con marcado acento norteño en entrevista telefónica-. Pero no era el único caso grave.
Tras su respuesta enlista una serie de casos entre 2018 y 2019 que él junto con el Comité dieron a conocer y que sirvieron para mostrar los abusos de las autoridades. El primero en 2018, cuando se documentó la desaparición forzada de 47 personas por la Marina.
Luego, en 2019, registraron la ejecución arbitraria de 8 personas, 5 hombres y 3 mujeres, en el fraccionamiento Valle de Anáhuac, en Nuevo Laredo, en el que denunciaron un montaje por parte del gobierno de Tamaulipas y de la Sedena.
“Entonces, 2018, 2019 y 2020 eran años donde habíamos documentado los casos más graves de violaciones a los derechos humanos me parece que en todo el país después de Ayotzinapa”, compara.
GF: ¿Cómo va la denuncia que presentaron ante la Fiscalía?
RR: La Fiscalía está inmersa en los asuntos del fiscal y del presidente todos los demás no le interesa. Con eso le digo, no hay investigación, no hay interés, no hay nada. Es más, creo que no tenemos ni número de carpeta todavía.
GF: ¿Usted cree que necesita escolta?
RR: No, en Tamaulipas hace 12 años me parece, 11 tal vez, mataron a un candidato del PRI al Gobierno del estado a una semana de las elecciones, Rodolfo Torre Cantú. Traía 20 escoltas en cuatro camionetas y lo mataron a un kilómetro del aeropuerto en Ciudad Victoria en pleno centro de la ciudad. Lo mataron a él y a sus escoltas. Entonces, ¿qué se puede esperar de un civil de un defensor es un crimen que sigue impune? Entonces no creo que haya escolta que salve la vida de alguien cuando está en riesgo y se le quiera hacer daño.
Inseguridad en Tamaulipas
GF: ¿Cuál es el principal problema en Tamaulipas?
RR: Inseguridad como un como una macrocriminalidad, no como un como una situación que afecta a un solo sector económico o a un solo sector de la población. La inseguridad por el abandono que tuvo Tamaulipas de sus últimos presidentes.
"Le puedo decir por ejemplo que el presidente López Obrador no había querido venir a Tamaulipas mientras estuviera Cabeza de Vaca por las diferencias políticas. Pero Peña Nieto me parece que vino muy pocas veces, si acaso a Tampico y Victoria. Y Calderón casi no vino ".
"Entonces ese distanciamiento de los presidentes hacia los gobernadores nos afecta mucho porque no hay inversión, porque no hay seguridad. Y porque no hay atención a los ciudadanos, a sus demandas”, reprocha Raymundo Ramos.
Al hablar de inseguridad, enumera algunos de los problemas que aún aquejan a la entidad, como que se encuentra en la segunda entidad a nivel nacional con mayor registro de número de personas desaparecidas y no localizadas en el país desde 1964. O que persisten los enfrentamientos armados en la entidad, lo que deriva en más violencia.
Ante esta realidad, que acusa el exmandatario García Cabeza de Vaca quiso ocultar, el defensor de derechos humanos confía en que puede cambiar con la entrada a principios de octubre del nuevo gobierno ahora encabezado por Morena y que podrá tener mayor coordinación con el gobierno federal.
GF: ¿Qué piensa del nuevo gobierno encabezado por Américo Villarreal?
RR: Pudiéramos pensar que le va a ir bien porque se alinea el gobierno federal con el gobierno de estado. En el caso de Cabeza de Vaca, hubo diferencias políticas muy profundas que no permitieron una colaboración cercana y eso nos afecta a los a los habitantes del estado.
“En este caso quiero pensar que va a haber una mayor cooperación una mayor confianza y comunicación, y por lo tanto, mayores beneficios para los ciudadanos. Pero pensar que el gobernador va a terminar con dos décadas de violencia y de inseguridad en una administración, pues eso sería ser muy iluso", sostiene.
Y agrega: “Hay que ser realista y hay que ir evaluando el comportamiento y las acciones de gobierno cuando menos en los próximos seis meses, que pudiéramos tener una idea de qué rumbo va a tomar el nuevo gobierno. Ajá, pero de que nos va a ir mejor que con cabeza de vaca al menos en eso somos optimistas”.
GF: ¿Qué piensa de que se extienda la participación de los militares en tareas de seguridad pública?
RR: Aquí en Tamaulipas desde hace dos décadas, hay una fuerte inseguridad. Hemos dicho que en dos décadas que tienen los militares en las calles en Tamaulipas, pues no nos ha convertido en el estado seguro. Ni en los 10 primeros lugares estaríamos. Evidencia que la presencia del Ejército en las calles no es garantía ni de paz ni de seguridad.