Faltan pocos días para que celebremos el Día de Muertos, una de las festividades de mayor importancia y tradición para los mexicanos. Entre los elementos esenciales de esta fecha es la colocación de la ofrenda, misma que muchas veces se confunde con el altar, pero ¿cuál es la diferencia entre ambas? Te explicamos.
Este elemento tiene como objetivo principal el honrar a nuestros difuntos y recibir con los platillos y cosas que tanto les gustaban en vida a nuestros seres queridos y hasta nuestras mascotas que ya fallecieron.
Y es que se cree que los difuntos regresan al mundo de los vivos los primeros días de noviembre para visitar a sus familiares y compartir nuevamente un día juntos, así como para disfrutar de cada uno de los elementos que se les ofrecen en el altar.
¿Cuál es la diferencia entre altar y ofrenda de muertos?
Bueno pues la diferencia entre ambos términos es muy fácil de entender. El altar se refiere a la estructura sobre la cual se hacen ofrendas, de tal forma podemos ver altares de una sola pieza y hasta de tres y siete niveles.
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Por su parte, la ofrenda viene del término ofrendar que se refiere al acto de entregar una cosa como ofrenda, especialmente cuando se dirige a una causa noble, a un Dios, persona u otro elemento a forma de reconocimiento y veneración.
De tal forma podemos decir que la ofrenda de Día de Muertos se trata de todo el ritual que involucra cada uno de los elementos que se colocan en el altar.
Elementos imprescindibles de la ofrenda de Día de Muertos
La ofrenda se debe colocar desde el 26 de octubre, ya que la madrugada del 27 del mismo mes es cuando da comienzo la llegada de los fieles difuntos.
Mientras que el 3 de noviembre ya se puede proceder a quitar la ofrenda pues para entonces nuestros seres queridos fallecidos ya habrán partido de este mundo.
Entre los elementos que debe contar una ofrenda de Día de Muertos se encuentran:
- Agua
- Sal
- Veladoras
- Copal e incienso
- Flores
- Pan
- Frutas
- Retratos
- Calaveras de chocolate y azúcar
Sumado a esto se deben colocar en la ofrenda de Día de Muertos dulces por las almas de los niños, platillos que les gustaban a nuestros seres queridos, así como azúcar y hasta licores.