Oro, incienso.. y mirra. Estos son los tres regalos que los Reyes Magos ofrecieron a Cristo recién nacido cuando llegaron a Belén. Pero, ¿qué es y para que sirve la mirra?
Cada regalo tiene una explicación y una relación directa, según la religión cristiana, con Jesús.
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Melchor ofreció la mirra por que Jesús era hombre y como tal moriría joven, de acuerdo con el sitio religioso, Religión COPE.
Según el diccionario de la Real Academia Española, la mirra es una sustancia resinosa amarga, aromática, roja, semitransparente, frágil y brillante en su estructura.
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Su origen es de un árbol de la familia de las burseráceas que crece en Arabia y Etiopía.
Este bálsamo sería necesario para ungir el cuerpo sin vida cuando llegase el momento del deceso. Es decir, su uso era el "cuidado último" a los muertos antes del entierro.
"El sentido de este presente para el Niño Jesús era un anticipo de que iba a morir, como un humano más. Nos viene a enseñar que Cristo se hizo carne, humano, verdadero hombre, y murió por nosotros, por eso necesitó ser embalsamado con mirra"; señala el sitio.
El oro fue entregado a Jesús por Baltasar, pues este este metal estaba destinado para los monarcas y altos dignatarios.
Gaspar obsequió el incienso, con el que, al quemarse, se rendía culto a las divinidades en los altares.
El Evangelio según san Mateo no da el número de reyes que viajaron rumbo a Belén, solo se menciona que ofrecieron tres regalos: oro, incienso y mirra.
"Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo. (...) Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra", dice el Evangelio.