México se olvidó de la producción de vacunas, y tener una planta de la noche a la mañana es muy complicado, pero de haberla tenido desde que inició la pandemia por el COVID-19, la situación habría sido muy diferente, comentó el doctor Alejandro Macías, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia de Coronavirus de la UNAM.
“México había olvidado la producción de vacunas, esa fue la verdad y tenerla de la noche a la mañana es muy complejo. Si hubiéramos tenido eso antes de que empezó la pandemia, otro gallo nos hubiera cantado. Hubiéramos salvado muchas vidas”, comentó en entrevista con Denise Maerker.
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Esto porque el doctor estuvo en la planta Liomont, donde se envasa la sustancia activa de la vacuna contra el COVID de AstraZeneca. La visita le hizo recordar que la iniciativa privada no debe estar pelada con la creación de acciones públicas pues considera que un esfuerzo así sería demasiado complicado para que el gobierno lo hiciera por su cuenta.
“Debemos aprender la lección, no debemos abandonar cosas así; una planta como esa debe ser de las grandes instituciones nacionales que nos dejen preparados para superar esta pandemia y que la siguiente no nos agarre como hizo esta (por el COVID-19)”, comentó.
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Añadió que la planta envasa dicha sustancia luego de que llega congelada a -70 grados. A su máxima capacidad, indicó, el lugar es capaz de envasar entre 15 y 20 millones de dosis por semana lo que la haría eficiente incluso para toda América Latina.
Por último, a pregunta expresa sobre si el VapoRub es una buena solución contra el COVID, Macías indicó que es “un buen placebo” ya que da la sensación de bienestar y de provocar una mejor respiración.