La variante Ómicron del coronavirus causa síntomas discretos o moderados en la mayoría de los pacientes, solo en algunos casos, la enfermedad puede complicarse y requerir cuidados intensivos, o causar la muerte. Sin embargo, tiene una capacidad de transmisión superior a las demás (Delta, Alpha y la original de Wuhan), así lo indicó Samuel Ponce de León, titular de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus en la Gaceta UNAM.
Semejanzas y diferencias con el sarampión...
El investigador de la UNAM señaló que Ómicron tiene la misma capacidad de transmisión que el sarampión; que es el virus reconocido por tener el patógeno con más contagiosidad. Dicha variante puede infectar a aquellas personas que tienen el esquema completo de vacunación o incluso a aquellos que ya cuentan con una tercera dosis de refuerzo contra el COVID-19.
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Otra semejanza es que ambas enfermedades pueden propagarse rápidamente en las pequeñas partículas del aire, mediante pequeñas gotas de saliva, al toser o estornudar. Los síntomas que comparten son la fiebre, tos, secreción nasal y dolor de garganta y ocasiones diarrea.
El sarampión es una enfermedad que es altamente contagiosa y se presenta de manera más común en niños. Los síntomas de este virus aparecen de 7 a 14 días después de contraer la infección y puede tener complicaciones graves como neumonía o encefalitis.
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La variante del coronavirus, a diferencia del sarampión, puede presentarse "muy benigna o incluso puede pasar desapercibida". Por otro lado, la presencia del sarampión incluye sarpullido y la variante Ómicron no.
Se espera que la mayoría de personas contagiadas presenten cuadros leves y que todo pase muy rápido a pesar de la gran movilidad social que se ha vivido las últimas semanas a causa de las vacaciones y las fiestas decembrinas, pues el virus se ha extendido a distintas ciudades del país.
Nueva normalidad
El titular de la comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus de la UNAM propuso establecer patrones de actividad a pesar de la circulación de variantes del SARS-CoV2, pues considera que va a convivir con nosotros en los próximos años o décadas y que posiblemente se transforme en una enfermedad como la influenza, que tenga una periodicidad en los meses invernales, como un virus respiratorio más.
"Vamos a requerir una vacunación recurrente y a la vez iremos desarrollado un mejor sistema inmunitario a través de diferentes experiencia de infección." expresó en la Gaceta UNAM.
Advirtió que tenemos que aprender a vivir de una manera distinta, ante la posibilidad de que las infecciones respiratorias se puedan transformar en epidemias y que puedan ocurrir en cualquier momento.
“No, no vamos a volver a nuestras prácticas anteriores. Tenemos que aprender a vivir con precauciones respiratorias, con higiene, con cubrebocas, con ventilación, particularmente en algunas épocas del año” finalizó.