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Pedro Arrojo, investigador del Observatorio Ciudadano del Agua del estado de Jalisco, precisó que a su parecer la propuesta de Ley General de Aguas aprobada en comisiones de la Cámara de Diputados, resulta una medida muy improvisada que cuenta con contradicciones críticas, aunque su principal problema es abrir y acelerar el proceso de la privatización de agua y los servicios vinculados con el vital líquido.
Entrevistado en el noticiero "Atando Cabos", añadió que aunque se plantea el derecho humano al agua, se rehúye el centro clave del acceso al agua potable en México, mismo que debería centrarse al tema de la contaminación tóxica y la potabilidad de este importante bien; esto mientras se alienta la privatización a través de nuevos enfoques que ya están en marcha en nuestro país, respecto a grandes infraestructuras, como trasvases y demás.
"Se echa humo de colores como tantas veces y en tantos países sobre palabras, o sea se habla de agua potable cuando en realidad, yo cada vez que llego a México y te lo digo con todo cariño porque lo siento como mi propio país y me duele como mi propio país, y pregunto en cualquier ciudad puedo beber agua de la llave, no doctor, por favor no beba agua de la llave. Cuando eso es así, obviamente eso hay que tratarlo en una ley, no puede ser que se hagan enormes esfuerzos para llevar el agua hasta la ciudad, se clore y al final esa agua no sea potable", abundó.
Añadió que en la ley no se aborda el tema de los tandeos, es decir, los cortes programados de agua para enfrentar las pérdidas de hasta 40 ó 50 por ciento a consecuencia de las fugas existentes en el sistema, lo que aunado a los problemas propios de esta filtración permite determinar que son redes que incapaces de llevar agua totalmente potable.
Al ser cuestionado sobre los alcances privatizadores de la ley en cuestión, Arrojo Agudo dictó:
"Se dice explícitamente, hay que promover, lo menciona el artículo 80, la gestión público-privada. Bueno, la gestión público-privada es lo que se llama el modelo francés o europeo de privatización, se promueven empresas formalmente mixtas, incluso con mayoría pública, pero en las que se establece que el control de la empresa, la dirección y las compras son hechas estrictamente por el privado, una forma sutil pero muy eficaz de privatización, que es la que se desarrolla más en el mundo.
"El otro camino es el que se está experimentando (...), el que se hagan grandes obras hidráulicas en las que la mayor parte de la financiación es pública, pero aparece una parte de financiación privada que justifica el concesionar el control del agua y por tanto en la práctica como si fuera la propiedad en forma de negocio, a empresas privadas."
Destacó que en los países donde se han impulsado estos modelos, aunque las empresas trabajan bien, los gobiernos locales terminan perdiendo el control real del servicio, provocando un disparo en el precio del servicio muy por encima de los precios de producción, lo que ha provocado que ciudades como París y Berlín renuncien a esto y regresen a la gestión cien por ciento pública.
Finalmente, en lo referente a los trasvases, es decir, el llevar agua de una cuenca a la otra, Pedro Arrojo indicó que en este caso es importante analizar cada caso de manera independiente y no generalizar, ya que se trata de tecnologías que provocan determinado impacto ambiental evocado directamente a las condiciones de cada proyecto.
"Obviamente el fin justifica o no justifica el esfuerzo en un momento determinado, pero obviamente llevar agua urbana es una cuestión de mayor prioridad que llevar agua para hacer fracking, que en sí mismo es una actividad que bastantes países rechazan por los riesgos que comporta, obviamente es relevante", concluyó.
cegs