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Con 31 votos de los diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Verde Ecologista de México (PVEM), se aprobó en comisiones la nueva Ley General de Aguas; lo que provocó que legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) abandonaran la sesión.
En el noticiero "Contraportada", se informó que los legisladores de izquierda decidieron levantarse de la mesa, al considerar que dicha normativa privatiza el suministro del vital líquido, así como la construcción de infraestructura hidráulica en todo el país, al impulsar el acaparamiento y profundizar las condiciones de inequidad existente entre los usuarios.
En este sentido, el diputado perredista Arturo Cruz Ramírez, aseguró que "de implementarse como ley, propiciará el acaparamiento y profundizará la inequidad existente entre los distintos usuarios del agua, sin siquiera considerar al ciudadano y la prevención de las condiciones de su sustentabilidad."
Por su parte, el priista Kamel Athie Flores, presidente de la Comisión del Agua en la denominada Cámara Baja, rechazó estas aseveraciones, al afirmar que "se conserva la propiedad de las aguas para la nación, queda claro que el agua es y seguirá siendo de los mexicanos y por lo tanto, no se privatiza conservándose las características originales del artículo 27, de ser inalienables e imprescriptibles".
cegs