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Jardín Botánico de Chiapas preserva vocación como centro de estudio

El Museo Jardín es además uno de los máximos referentes ecológicos de México por el esfuerzo de autoridades y de especialistas en conservar especies, el más antiguo en su tipo del país, y por su vocación como centro de estudio, cuidado y fomento de la flora.

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Tuxtla Gutiérrez, Chis.- El Museo Jardín Botánico de Chiapas cumplió 65 años de ofrecer sus espacios para pasear, estudiar o dejar volar la imaginación con sus palmas, lianas, hojas trepadoras y enormes árboles que tejen una cúpula verde que protege del sol ardiente y mece nidos en las copas. El Museo Jardín es además uno de los máximos referentes ecológicos de México por el esfuerzo de autoridades y de especialistas en conservar especies, el más antiguo en su tipo del país, y por su vocación como centro de estudio, cuidado y fomento de la flora. En entrevista, el secretario del Medio Ambiente e Historia Natural, Carlos Orsoe Morales Vázquez, destacó la lucha por la supervivencia de las especies vegetales, entre ellas las trepadoras, que en busca del sol, suben, se adaptan y crecen con fuerza, lo que dijo, es un ejemplo de resistencia por perpetuar su presencia sobre la Tierra. "Nosotros no tenemos derecho a impedirlo, después de ver a los cactus, palmeras, plantas medicinales, árboles grandes y pequeños, hierbas de todas formas y tamaños, debemos comprender la urgencia de conservarlas en nuestros ecosistemas”, y en ese sentido, el Jardín Botánico aporta conocimiento”, indicó. A lo largo del año el jardín presenta diferentes caras, en primavera las hojas forman una alfombra de tonos dorados y ocres y los árboles, en su mayoría desnudos, por la caída de las hojas, ostentan a veces algunas flores tardías, frutos y semillas que esperan pacientemente a las lluvias. Morales Vázquez puntualizó que el Jardín trabaja de manera muy estrecha con el banco y laboratorio de semillas, complementando así su función de rescate y conservación del germoplasma nativo. Es algo más que exhibición de plantas, porque las colecciones están vivas, registradas y etiquetadas como la parte fundamental de su estructura. La función del Museo es el desarrollo de programas de investigación, educación ambiental, rescate de especies amenazadas y difusión, destacó. Su creador, el español Faustino Miranda, inició en 1949, los trabajos con el objetivo de fomentar el estudio de la flora de Chiapas de la que llegó a ser, sin duda, el más grande y enterado conocedor. En 2014 Faustino Miranda cumplió 50 años de fallecido y dejó a México y al mundo ese Museo Jardín que se ubica en una extensión de cuatro hectáreas y media, donde se desarrolla la investigación científica. En sus inicios, con el fin de recolectar materiales para el museo y el jardín botánico exploró las regiones del estado, donde logró recaudar unos tres mil ejemplares de plantas, 25 especies nuevas para la ciencia, aunque a lo largo de la investigación descubrió muchas más. En entrevista para Notimex, la directora general del Jardín Botánico dependiente de la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural, Teresa Cabrera Cachón, explicó que el espacio es un ecosistema de selva baja caducifolia, que exhibe especies nativas del estado con especial énfasis las endémicas, amenazadas o en peligro de extinción. El ecosistema cuenta con más de 900 especies y el incremento de éstas es una labor constante, ya que procuran que especímenes nuevas provengan de diferentes lugares del estado para conservar la variabilidad genética de las poblaciones de vegetales. Cabrera Cachón enfatizó que el Jardín Botánico pertenece a la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos y al organismo de Conservación Internacional en Jardines Botánicos (BGCI) con sede en Londres, Inglaterra que adquiere compromisos como aplicar la Agenda Internacional de Conservación en este tipo de reservorios de flora. El Jardín forma parte de la estructura de la Dirección de Botánica que, además, incluye las áreas del Herbario, Museo Botánico, Germoplasma Vegetal y Etnobotánica, para impactar en uso, manejo, rescate, conservación y difusión de la rica flora de Chiapas. Caminar por los andadores del Jardín Botánico implica escuchar el agua que corre por sus canales, mientras el insistente golpeteo de los pájaros carpinteros en las alturas de los arboles permite dimensionar la belleza del ambiente natural. Los corredores permiten además entender y comprender lo que rodea a quienes lo visitan, producto de años de lucha de cada especie por acomodarse en un sitio que le permita sobrevivir. Este museo jardín tiene instalaciones para el almacenamiento de la memoria genética de las especies que resguarda. La especialista añadió que existe una gran colección de plantas que se reproducen, conservan y estudian, para que, ante una eventual catástrofe que provoque la desaparición de especies, cuenten con los elementos para dar continuidad a su existencia basados en esa memoria genética. En el herbario existe otra colección científica básica de referencia de plantas herborizadas registradas en una base de datos en la que se conocen las especies por región, municipios, cuencas y familias a las que pertenecen. El Museo Botánico ofrece exposiciones durante el año, para que la gente tenga cosas diferentes que ver. Una de ellas, recurrente, es la colección de madera de la región que Faustino Miranda mostró por vez primera hace 65 años. Bajo buen resguardo y cuidado, permanece también el banco de semillas de diferentes especies, que es objeto de análisis, así como los mecanismos de germinación, las normas para evitar riesgos de plagas. Se trata de tener semilla de calidad para poder producir plantas, comentó Cabrera Cachón. Otra de las áreas del jardín es un vivero de especies nativas para la propagación de especies propias para la reforestación urbana, pues, dice la funcionaria, queremos volver a los árboles que eran nuestros en años pasados como el cupapé, nambimbo, sospó, entre otros. La de etnobotánica, es el área que no se ve, y juega un papel preponderante en el Museo jardín, al ser la ciencia que estudia la relación del hombre con las plantas. La entrevistada expuso que el propósito es que la ciudad se transforme a una imagen propia con las especies de flora nativas que se han extinguido por la modernidad urbana. Notimex