Corea del Norte volvió a enviar globos de desechos a territorio surcoreano este sábado, la segunda vez en menos de 24 horas, en una nueva muestra del pésimo momento que viven las relaciones entre ambos vecinos, que técnicamente permanecen en guerra desde hace siete décadas.
El envío se produjo horas después de que el Norte mandara unos 200 globos con desechos entre la noche del viernes y la mañana del sábado, según informó en un comunicado el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, que detalló que no se encontraron materiales peligrosos y los globos estaban rellenos sobre todo por papel, plástico y botellas de plástico.
El nuevo lanzamiento, que se produce por cuarto día consecutivo, se produce después de que unos 400 globos fueran enviados el miércoles y jueves, en el que supuso el primer envío de este tipo en casi un mes.
Corea del Norte vs. Corea del Sur: así 'pelean' con globos llenos de basura
Desde mayo, Pionyang ha enviado más de 3 mil globos llenos de basura en protesta por los folletos de propaganda contrarios al régimen que envían a su vez en globos activistas desde Corea del Sur.
Estas acciones, junto con los intentos por interferir en el sistema GPS en el entorno de la península coreana por parte del régimen de Pionyang, llevaron a Seúl a suspender el 4 de junio pasado el tratado para rebajar la tensión militar en zonas fronterizas que había firmado con el Norte en 2018.
Tras suspenderse ese pacto, el Ejército surcoreano reinstaló sus altavoces con propaganda criticando al régimen en la frontera y ha estado haciendo emisiones en respuesta a las sueltas de globos.
Las relaciones entre las dos Coreas viven uno de sus peores momentos, con Pionyang habiendo declarado a principio de año a Seúl como principal enemigo nacional y descartando la reunificación pacífica.
A su vez, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, anunció en agosto el primer cambio en la llamada doctrina de reunificación en tres décadas, poniendo como prioridad la mejora de los derechos humanos en el país vecino.
Muchos expertos creen que este planteamiento no solo generará rechazo en el régimen de Kim Jong-un, sino que incluso podría incrementar sus acciones hostiles contra el Sur.