Bolivia volvió a ser protagonista en la escena internacional. Un tanque tiró las puertas de la sede del Ejecutivo e ingresó a las 15:51 horas de ayer, esto luego de que Juan José Zúñiga, comandante general del Ejército boliviano, amenazó con tomar la sede del Gobierno y cambiar el gabinete. Sin embargo, el país sudamericano no es la primera vez que pasa por esto, hace cinco años también sufrió un Golpe de Estado al entonces presidente, Evo Morales.
En entrevista exclusiva con internacionalista, geopolítico, Aníbal Garzón, dijo que este evento fue llevado a cabo por una élite militar en contra de Luis Arce, actual presidente boliviano.
“El golpe de Estado reciente en Bolivia fue llevado a cabo claramente por una élite militar en contra del gobierno de Luis Arce. Incluso los críticos de Evo Morales han reconocido que se trató de un golpe militar. No es un evento aislado; ya vimos un golpe similar en 2019”, aseguró.
Bolivia con antecedentes golpistas
Además, el experto pidió no olvidar el pasado, pues hay antecedentes como la Guerra del Agua en Cochabamba en 2013 y la Guerra del Gas en El Alto. Todo esto forma parte de un patrón de intervenciones militares en dicho país.
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“En el pasado, las dictaduras militares en América Latina, especialmente durante los años setenta con la Operación Cóndor en el Cono Sur, también reflejan esta tendencia. Siempre ha existido una clase política vinculada a sectores conservadores y a las Escuelas de las Américas, que han influido en la región. La intervención militar ha sido históricamente un elemento poco democrático y propenso a los golpes de Estado, como en el caso de Bolivia”, indicó.
Golpe del 2024 con raíces del 2019
Aníbal Garzón comentó que el golpe reciente tiene sus raíces en el golpe de 2019, que fue apoyado por la oposición, Estados Unidos y la OEA. Sin embargo, esta vez, el golpe fue diferente.
“Fue repentino y no contó con el apoyo necesario, ni siquiera de la oposición en la Plaza Murillo. Tito Quiroga, un crítico opositor, no apoyó el golpe y lo consideró antidemocrático. Tampoco hubo apoyo externo de Estados Unidos ni de la OEA, como ocurrió en 2019. Esto plantea la pregunta de por qué se intentó un golpe en estas circunstancias”, cuestionó.
También dijo que cree que la respuesta posible está en los intereses estratégicos en Bolivia, especialmente relacionados con la producción de litio.
Recordó que la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, mencionó que existe un "triángulo del litio" entre Chile, Argentina y Bolivia, y que los intereses de Estados Unidos son claros en esa región.
“Los intereses expansionistas de Estados Unidos se han manifestado en casos como el de Milei en Argentina y Boric en Chile, pero en Bolivia enfrentan una mayor resistencia. Hace tres semanas, en el Foro de San Petersburgo, Luis Arce, presidente de Bolivia se reunió con Vladímir Putin para discutir la cooperación en el tema de las baterías de litio. Tres semanas después, se dio el intento de golpe de Estado”, señaló.
Bolivia es un país con resistencia
El internacionalista recordó que Bolivia es un país con resistencia y aseguró que no cree que el golpe tuviera muchas posibilidades de éxito.
“Bolivia es un país con una organización social muy fuerte y ha resistido numerosos golpes de Estado en el pasado. Por ejemplo, en el golpe de 2019, la gente salió a las calles a protestar, resultando en muchas muertes, incluidas las matanzas en San Catalina. Es un país altamente movilizado y capaz de resistir muchos intentos golpistas. Actualmente, es difícil imaginar un golpe de Estado exitoso en Bolivia debido a su fuerte tejido social y resistencia organizada”, comentó.
El experto añadió que este intento de golpe, es un claro aviso al gobierno de Luis Arce: “Esto es un aviso: Bolivia se encuentra en el centro de una disputa geopolítica debido a sus recursos de litio y sus relaciones internacionales".
"La participación de Bolivia en la desdolarización, su interés en unirse a los BRICS, el Nuevo Banco de Desarrollo, y su intento de alejarse de las políticas del FMI, la han puesto en la mira de potencias extranjeras. Bolivia ya no es simplemente el 'patio trasero' de América Latina; es un actor clave en la geopolítica actual, y esto sin duda ha atraído la atención y la intervención externa", sentenció Aníbal Garzón sobre el intento de Golpe de Estado en Bolivia.