Israel informó este jueves del lanzamiento de unos 40 cohetes de la milicia Hezbolá contra su territorio desde Líbano, dirigidos contra las zonas de los Altos del Golán y Galilea y que desencadenaron incendios al caer, en el que es el mayor ataque coordinado desde el inicio de la guerra.
"Varios fueron interceptados con éxito por los cazas de la defensa aérea", aseguró un comunicado castrense, si bien el Ejército informó también de la caída de material en territorio israelí que provocó al menos 15 incendios en el norte.
Una fuente de seguridad dijo al Líbano que se trataba del mayor ataque perpetrado por Hezbolá desde octubre, cuando el grupo musulmán comenzó a intercambiar disparos con Israel en paralelo a la guerra de Gaza.
Ataque coordinado a gran escala
Además, el Ejército israelí detectó cinco drones de Hezbolá, de los cuales interceptó tres, y reportó un sexto que volvió al espacio aéreo libanés, según pudo conocer EFE.
"Es la primera vez que la resistencia lleva a cabo un ataque simultáneo a esta escala", aseguró una fuente próxima al grupo chií libanés Hezbolá en la televisión de la milicia.
Por su parte, David Mencer, portavoz del gobierno israelí al que cita el diario The Times of Israel, acusó al "Líbano y Hezbolá, bajo la guía de Irán" de "tener toda la responsabilidad del deterioro de la situación en el norte".
A lo largo de la noche de este jueves, el Ejército israelí bombardeó edificios militares en la zona de Eyta al Shaab y Einta, al sur del Líbano, dando inicio a una nueva jornada de intercambios de fuego en la línea divisoria.
Israel y Hezbolá protagonizan una escalada de la violencia en la frontera con el Líbano que se intensificó ayer, con la respuesta de la milicia chií a la muerte del comandante Taleb Sami Abdallah en un ataque israelí el martes.
Concretamente, la milicia proiraní lanzó más de 200 proyectiles, que llegaron incluso a la ciudad de Tiberias, a 65 kilómetros de la frontera, y otras localidades incluso más al sur.
Hostilidades en la línea divisoria
"Estamos preparados para una acción muy fuerte en el norte", llegó a afirmar el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el pasado 5 de junio en una visita a las tropas apostadas en la frontera con el país vecino, de cara a los cada vez más frecuentes e intensos ataques a ambos lados de la divisoria.
La frontera entre Israel y el Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde octubre, que se ha cobrado la vida de al menos 490 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbolá, que ha confirmado 314 bajas de milicianos, algunas en Siria.
En Israel han muerto 25 personas en el norte (15 militares y 10 civiles), mientras que al otro lado de la frontera han fallecido al menos 465 personas, entre ellos 62 integrantes de otras milicias, un soldado libanés y más de 90 civiles, incluidos diez menores y tres periodistas, además de los combatientes de Hezbolá.
Las hostilidades en la divisoria comenzaron el 8 de octubre, al día siguiente de que estallara la guerra en la Franja de Gaza, en solidaridad de Hezbolá con las milicias islamistas palestinas del enclave; aunque el cruce del fuego se ha intensificado mucho en las últimas semanas, lo que hace temer una guerra abierta entre las partes.