Grupos de sirios se paseaban el domingo por los palacios del presidente Bashar al-Assad tras la caída de su Gobierno, deambulando de sala en sala, posando para fotografías y llevándose algunos objetos de mobiliario u ornamentos.
Un video obtenido por Reuters mostraba a la gente entrando en el Palacio Presidencial de Al-Rawda, mientras los niños corrían por las grandes salas y los hombres deslizaban un gran baúl por el suelo ornamentado.
Varios hombres cargaban sobre sus hombros sillas elegantes. En un almacén había armarios saqueados y objetos esparcidos por el suelo.
Un video de otro palacio, el de Muhajreen, verificado por Reuters, mostraba a grupos de hombres y mujeres caminando por un suelo de mármol blanco y atravesando altas puertas de madera. Un hombre llevaba un jarrón en la mano y un gran armario estaba vacío con las puertas entreabiertas.
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Los rebeldes sirios tomaron el control de Damasco el domingo, obligando a Assad a huir y poniendo fin a décadas de gobierno de su familia tras más de 13 años de guerra civil, en un momento histórico para Oriente Medio.
Assad, que no había hablado en público desde el repentino avance rebelde hace una semana, voló fuera de Damasco hacia un destino desconocido a primera hora del domingo, según dijeron a Reuters dos oficiales de alto rango del Ejército, mientras los rebeldes decían que habían entrado en la capital sin señales de despliegue militar.
Rusia habla sobre sus bases en Siria
El comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores dijo que las dos instalaciones militares de Rusia en Siria habían sido puestas en estado de alerta máxima, pero restó importancia a un riesgo inmediato para ellas.
Actualmente no existe ninguna amenaza grave para su seguridad", dijo el Ministerio.
Rusia opera la base aérea de Hmeimim en la provincia siria de Latakia, que ha utilizado para lanzar ataques aéreos contra los rebeldes en el pasado, y tiene una instalación naval en Tartús, en la costa.
La instalación de Tartús es el único centro de reparación y reabastecimiento de Rusia en el Mediterráneo, y Moscú ha utilizado Siria como punto de escala para llevar a sus contratistas militares dentro y fuera de África.
Según los analistas militares occidentales, la pérdida de Tartús supondría un duro golpe para la capacidad de Rusia de proyectar su poder en Oriente Medio, el Mediterráneo y África.
Los blogueros de guerra rusos, algunos de los cuales están próximos al Ministerio de Defensa ruso y gozan de más libertad de expresión por parte de las autoridades rusas que los oficiales militares, han advertido de que las bases están ahora peligrosamente expuestas, independientemente de lo que Moscú diga oficialmente.