La Policía Federal de Brasil encontró pruebas de que el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro tramó un golpe de Estado para anular el resultado de las elecciones de octubre de 2022 que perdió frente al aspirante izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, según el informe de la investigación policial.
El informe policial final de 884 páginas, que se hizo público el martes después de que el Tribunal Supremo lo envió al fiscal superior del país, enumeraba ocho pruebas principales para respaldar la acusación formal contra Bolsonaro por el supuesto intento de golpe de Estado.
Las pruebas incluían una reunión que Bolsonaro convocó en diciembre de 2022 con los tres comandantes de las Fuerzas Armadas en la que se les presentó un plan para un golpe de Estado y se les pidió que se unieran a la conspiración.
Los comandantes del Ejército y de la Fuerza Aérea se negaron, mientras que el comandante de la Marina, el ahora retirado almirante Almir Garnier, dijo que estaba dispuesto a respaldar el plan, según la investigación policial.
Garnier fue una de las 37 personas, la mayoría militares retirados y algunos en servicio activo, que junto con Bolsonaro fueron acusados formalmente por la policía de participar en el plan golpista. El fiscal general Paulo Gonet debe decidir si acusa a Bolsonaro y a los otros presuntos golpistas.
Bolsonaro niega acusaciones
Bolsonaro, acusado formalmente por intento de golpe de Estado, abolición violenta del Estado democrático de derecho y organización criminal, ha negado haber cometido delito alguno.
El juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes autorizó el martes el levantamiento del secreto sobre las conclusiones policiales.
El informe policial dice que Bolsonaro fue el responsable de redactar un borrador de decreto para el golpe, que impediría a Luiz Inácio Lula da Silva asumir el cargo.
La policía también descubrió que Bolsonaro conocía un plan para asesinar al presidente electo Lula y al vicepresidente electo Geraldo Alckmin, basándose en conversaciones telefónicas de los conspiradores y reuniones en la residencia presidencial de Alvorada.