Ben & Jerry's, una reconocida marca de helados, denunció que Unilever -su empresa matriz- no le dejó realizar una postura sobre la guerra en Gaza, donde ha pasado más de un año desde que las fuerzas armadas de Israel, al mando de Benjamín Netanyahu, han bombardeado y lanzado una ofensiva terrestre, bajo el argumento de desarticular a la organización terrorista Hamás.
De acuerdo con información difundida por la agencia Reuters, Ben & Jerry's quiso emitir una postura en torno al conflicto armado en Medio Oriente, pero Unilever amenazó con deshacer la junta directiva e incluso interponer demandas contra el personal de la empresa dedicada a la venta de helado.
Unilver y Ben & Jerry's mantienen un litigio desde el año 2021, cuando la compañía de helados dejó de vender sus productos en Cisjordania como un acto de protesta en contra de la intervención de Israel. Sin embargo, Unilever mantuvo la comercialización de la marca a través de un licenciatario asentado en la zona de conflicto.
A causa de lo anterior, Ben & Jerry's emprendió acciones legales en contra de Unilever, mismas que se resolvieron en 2022. En esta misma demanda, el fabricante de helados exigió que se reconozca y respete "la responsabilidad primaria" de la junta de Ben & Jerry's en torno a su misión social.
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Hasta ahora, Ben & Jerry's ha tratado hasta en cuatro ocasiones de posicionarse en contra de lo que ocurre en Cisjordania y la Franja de Gaza, además de expresar su respaldo al pueblo de Palestina, pero Unilever se ha interpuesto en cada uno de los intentos de su filial de hablar "sobre la paz y los derechos humanos".
Integrantes de la junta directiva de Ben & Jerry's, que fueron consultados por Reuters, aseguraron que el responsable de la división de helados de Unilever, Peter ter Kulve, expresó su preocupación de que una postura a favor de Palestina los hiciera quedar como una empresa "antisemita".
Datos de la organización Amnistía Internacional apuntan a que al menos 42 mil personas -entre niñas, niños y mujeres- han fallecido a causa de las acciones del Ejército de Israel; aparte de que dichas acciones han dejado 96 mil persona lesionadas, 10 mil desaparecidas y dos millones de desplazados.
Amnistía Internacional y otras organizaciones acusan al Ejército de Israel, al mando del gobierno encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, de bombardear escuelas, hospitales y campos de refugiados. El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas ha pedido un alto al fuego en dos ocasiones, sin que tal solicitud haya obtenido respuesta.