Los huracanes del siglo XX fueron fenómenos meteorológicos extraordinarios que impactaron al mundo con su poder, devastación y muerte. En esta ocasión, revisaremos los huracanes más mortíferos del siglo XXI, que han dejado una huella permanente en las comunidades afectadas por su paso.
En este momento, el huracán Milton está azotando las costas de Florida con vientos que superan los 200 kilómetros por hora y olas de casi 9 metros de altura, tras haber provocado varios tornados en el estado. Este fenómeno representa una grave preocupación para los residentes de la región.
Mientras tanto, examinaremos cinco de los ciclones más mortales registrados:
Huracán 'Yolanda' (Haiyan)
En 2013, el huracán 'Haiyan', conocido localmente como 'Yolanda', alcanzó la categoría 5 y se convirtió en uno de los desastres naturales más mortales en la historia reciente. Este fenómeno meteorológico causó la trágica muerte de aproximadamente 6 mil 300 personas en Filipinas.
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Sus vientos arrasadores y la subida del nivel del mar impactaron gravemente las zonas costeras filipinas, resultando en miles de muertes y dejando a millones de personas sin hogar.
Huracán María
En 2017, el huracán 'María', clasificado como categoría 4, impactó gravemente a Puerto Rico, dejando una profunda huella en la isla. Las estimaciones de muertes varían entre 2 mil 975 y las 4 mil 645, lo que convierte a este ciclón en uno de los más mortales.
La combinación de vientos destructivos, inundaciones y la devastación de la infraestructura crítica, resultó en una crisis humanitaria que afectó a millones de puertorriqueños, quienes enfrentaron la falta de servicios básicos, electricidad y agua potable durante un extenso período de tiempo.
Huracán Katrina
El huracán 'Katrina', clasificado como categoría 5, se convirtió en un desastre para Estados Unidos en 2005, particularmente en la región del Golfo de México.
Este fenómeno natural causó la muerte de aproximadamente mil 836 personas, dejando tras de sí, un rastro de destrucción que afectó gravemente a comunidades enteras.
La combinación de vientos intensos de 280 kilómetros por hora y la ruptura de diques en Nueva Orleans provocó inundaciones masivas, lo que llevó a la evacuación de miles de residentes y desató una crisis humanitaria que puso de manifiesto la vulnerabilidad de Estados Unidos.
Huracán Jeanne
Un año antes, el huracán 'Jeanne', clasificado como categoría 3, golpeó Haití con una fuerza devastadora, causando estragos en el país caribeño. Este desastre natural se cobró la vida de aproximadamente 3 mil personas, dejando a su paso un paisaje de destrucción y sufrimiento.
Las intensas lluvias y vientos de 200 kilómetros por hora, asociados con el ciclón provocaron deslizamientos de tierra e inundaciones, que arrasaron con todo a su paso y desestabilizaron aún más un país ya vulnerable.
Huracán Mathew
El huracán "Matthew", que alcanzó la categoría 5 en 2016, dejó una profunda huella de devastación en Haití y Estados Unidos. Aunque también pasó por las Antillas, Colombia, Jamaica, República Dominicana, Venezuela y Cuba.
Con aproximadamente 1 mil 655 muertes, este poderoso fenómeno meteorológico tuvo su impacto más severo en el país caribeño, donde las intensas lluvias y vientos de 270 kilómetros por hora, arrasaron comunidades ya vulnerables.
Las inundaciones masivas y los daños significativos a la infraestructura intensificaron la crisis humanitaria en un país que ya enfrentaba múltiples desafíos económicos y sociales. Aunque su efecto en Estados Unidos fue menos catastrófico, Matthew subrayó la importancia de estar preparados para desastres naturales.
Preparación y siempre en alerta
Los huracanes más mortíferos del siglo XXI subrayan la necesidad de una preparación adecuada y de sistemas de alerta temprana. Actualmente, el huracán Milton está golpeando Florida, clasificado como categoría 2, lo que resalta aún más la urgencia de estar preparados para enfrentar fenómenos meteorológicos extremos. A medida que el cambio climático afecta la frecuencia y la intensidad de los huracanes, es crucial que las comunidades se unan para mitigar sus impactos.