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GUERRA EN UCRANIA

Kursk, la tumba de los nazis... ahora puede ser la victoria de Putin contra Ucrania

La región de Kursk, testigo de una de las batallas más importantes de la Segunda Guerra Mundial, vuelve a estar en el foco mundial.

El pasado y el presente se entrelazan: la historia de Kursk, desde la decisiva batalla de 1943 hasta la actual lucha por el control en 2024Créditos: Especial
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Un 21 de noviembre de 2013 estallaron una serie de protestas y disturbios en Kiev, Ucrania. Esto sucedió luego de la decisión del entonces presidente prorruso, Víktor Yanukóvich, quien suspendió un acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Ucrania. Ese momento histórico marcó el inicio de lo que hoy conocemos como la guerra entre Ucrania y Rusia.

Desde entonces, ambos países han sostenido una guerra sin cuartel. Los manifestantes que salieron a las calles en 2013 deseaban formar parte del bloque de la Unión Europea y la OTAN. Sin embargo, no toda Ucrania estaba de acuerdo, ya que las regiones con mayoría prorrusa optaban por mantener una alianza con Rusia y sus políticas. Esta división interna ha sido uno de los factores clave del conflicto actual.

Protestas prorrusas en 2013 / EFE

Los intereses de Occidente y las demandas rusas

Los países occidentales, encabezados por Estados Unidos y Reino Unido, acusan a Rusia de querer apoderarse de toda Ucrania. Por su parte, el gobierno ruso de Vladímir Putin argumenta que Occidente busca instalar bases nucleares en Ucrania, lo que representa una amenaza directa para las fronteras rusas.

Ambos bandos han acusado al otro de romper los diálogos y los Acuerdos de Paz de Minsk, lo que culminó en la invasión rusa de febrero de 2022.

Fuerzas armadas ucranianas / EFE

Las anexiones rusas: Crimea, Donetsk y más

Con la llamada "operación militar especial" de Putin, Rusia ha logrado anexar varias regiones clave de Ucrania. En 2014, se apoderó de Crimea, y en 2022, de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

A pesar del apoyo militar y económico de la OTAN a Ucrania, Rusia sigue avanzando en el conflicto, y su victoria parece cada vez más probable.

Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia / Mapa: Europa Press

Incursión ucraniana en Kursk: ¿una jugada fallida?

El 6 de agosto de 2024, Ucrania lanzó una incursión en la región rusa de Kursk. La operación tomó por sorpresa a civiles y autoridades, tanto rusas como occidentales y haciéndose de 1000 kilómetros cuadrados. Sin embargo, una semana después, Rusia lanzó un contraataque devastador, recuperando la mitad de las superficies que estaban en control de Kiev, al norte de la frontera ruso-ucraniana.

Días después, Vladímir Putin prometió expulsar a las fuerzas ucranianas del territorio ruso, y el Ministerio de Defensa de Rusia reportó que las bajas ucranianas en Kursk superan las 25 mil personas.

"En un día, las Fuerzas Armadas de Ucrania perdieron a más de 310 hombres y nueve vehículos blindados (...) en total, durante los combates en el frente de Kursk, el enemigo perdió más de 25 mil 050 militares", explicó el Ministerio Ruso esta semana.

Además, las fuerzas rusas continúan su ofensiva, golpeando las concentraciones ucranianas en varias localidades y asegurando una retirada del enemigo en puntos clave de la región.

Un agente de la policía ucraniana se resguarda cerca de un edificio en llamas en Avdiivka, Ucrania / AP

Kursk: una repetición histórica de la batalla de 1943

La ofensiva actual en Kursk recuerda la Batalla de 1943, cuando las fuerzas nazis y soviéticas se enfrentaron en uno de los mayores combates de tanques de la historia. La Operación Ciudadela, lanzada por los nazis, pretendía cercar y destruir a las tropas soviéticas. Sin embargo, la resistencia soviética, ayudada por las fortificaciones defensivas, resultó en una aplastante derrota para la Wehrmacht.

La Batalla de Kursk representó un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial. Fue la última gran ofensiva alemana en el frente oriental, y su fracaso permitió al Ejército Rojo ganar la iniciativa estratégica, que no perdería hasta llegar a Berlín. La derrota nazi en Kursk fue decisiva, y hoy, en 2024, la región parece ser nuevamente el escenario de una posible victoria estratégica, esta vez para Rusia.

Soldados tras un conflicto bélico en Mariupol en 2022 / EFE

Así fue la histórica batalla del Kursk: el combate de tanques más grande de la humanidad 

Después de la derrota alemana en Stalingrado, Adolf Hitler planeaba recuperar la iniciativa en el Frente Oriental con una ofensiva focalizada en el saliente de Kursk.

La operación, denominada "Operación Ciudadela", tenía como objetivo rodear y destruir las fuerzas soviéticas en el área. Sin embargo, los soviéticos, informados a través de inteligencia y bien preparados, fortalecieron sus defensas, convirtiendo a Kursk en un formidable campo de batalla.

Las fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi, conocidas como "Wehrmacht", desplegaron un gran número de tropas para este enfrentamiento, incluyendo divisiones blindadas de élite como las del II Cuerpo de Tanques SS. Aproximadamente 900 mil efectivos y más de 2 mil 700 tanques se movilizaron en uno de los mayores despliegues de fuerza alemana en la guerra.

La batalla de Kursk de 1943 fue un momento clave en la SGM / Foto: Cordon Press

El Ejército Rojo, bajo el mando de los generales Georgy Zhukov y Konstantin Rokossovsky, preparó líneas defensivas fortificadas, repletas de minas y emplazamientos antitanque. Con unos 1.9 millones de soldados y casi 5 mil tanques, los soviéticos estaban listos para resistir el embate alemán.

Desarrollo de la Batalla

La Batalla de Kursk se dividió en múltiples fases, destacando las luchas en las áreas de Orel y Belgorod:

  • Fase Defensiva (5-12 de julio): La operación comenzó con un intenso bombardeo aéreo y de artillería alemán. Sin embargo, las defensas soviéticas, compuestas por múltiples líneas, resistieron eficazmente el asalto. El punto culminante de esta fase fue la Batalla de Prokhorovka el 12 de julio, uno de los mayores enfrentamientos de tanques en la historia.
  • Contraofensiva Soviética (12 de julio - 23 de agosto): Una vez detenido el avance alemán, los soviéticos lanzaron contraataques masivos. La Operación Kutuzov dirigida contra el frente de Orel y la posterior Operación Rumyantsev sobre Kharkov, permitieron a los soviéticos recuperar terreno y establecer la iniciativa estratégicamente.
Un soldado alemán inspecciona un tanque T34 ruso que quedó totalmente destruido durante la batalla de Kursk / Foto: CC

La Batalla de Kursk fue un punto de inflexión. Marcó la última gran ofensiva estratégica alemana en el Frente Oriental y condujo a una serie de victorias soviéticas que facilitaron el avance hacia Europa del Este. Las pérdidas fueron colosales para ambos bandos: los alemanes sufrieron alrededor de 200 mil bajas y perdieron numerosos tanques, mientras que las bajas soviéticas fueron aún mayores, aunque lograron reponer recursos más rápidamente.

La victoria soviética en Kursk no solo reforzó el control de la Unión Soviética sobre sus territorios ocupados, sino que también debilitó considerablemente la capacidad ofensiva alemana. Además, la batalla demostró la eficacia de la guerra defensiva soviética y su capacidad para coordinar grandes operaciones ofensivas, catalizando el declive progresivo del poderío alemán en el Este.

La Batalla de Kursk selló el destino de las fuerzas alemanas en el Frente Oriental. Este enfrentamiento no solo demostró la creciente ascendencia soviética en términos militares, sino también la importancia de la inteligencia y la preparación. Sus resultados tuvieron un impacto duradero en la dinámica de la guerra, cambiando el curso de la historia del conflicto mundial. 

Vladímir Putin, presidente de Rusia / EFE

Finalmente, en 1943, Kursk fue la tumba de los nazis. Hoy, 81 años después, Kursk podría ser el escenario de la victoria definitiva de Putin en su conflicto con Ucrania. A pesar del apoyo de la OTAN a Ucrania, el control ruso sobre la región podría consolidar su posición en la guerra y marcar un nuevo capítulo en el conflicto que comenzó hace más de una década.