Desde su irrupción como político en el año 2016, Donald Trump, candidato a la presidencia de EU, ha usado un discurso en contra de los mexicanos, mismo que no abandonó durante su estadía en la Casa Blanca (2017-2021), al grado de que se expresó de manera peyorativa tras la muerte de Vanessa Guillén, una soldado estadounidense de origen mexicano que fue asesinada a golpes en 2020.
De acuerdo con un artículo del periodista Jeffrey Goldberg, que es editor en jefe del medio The Atlantic, Donald Trump no quiso pagar la factura de los gastos funerarios de Vanesa Guillén, sino que incluso declaró lo siguiente frente a miembros de su gabinete: "¡No cuesta 60 mil dólares enterrar a una p#$# mexicana!", incluso le pidió a Mark Meadows, jefe de su gabinete, que no pagara.
El arrebato de Trump se dio en la Oficina Oval de la Casa Blanca, un 4 de diciembre de 2020, en una reunión con integrantes de su gabinete y asistentes; Goldberg cita que la declaración quedó asentada en las notas de aquel encuentro. El entonces presidente estuvo irritado durante todo el día y con la creencia de que lo querían estafar, "gente de mi#$#, trataron de estafarme".
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Los gastos funerarios de Guillén nunca fueron pagados por Donald Trump, sino por el Ejército de los EU y donaciones. El mismo Goldberg afirma que fue localizado por la abogada de la familia de la víctima, para publicar la declaración de Mayra -la hermana de Vanessa- quien agradeció a Trump por "el apoyo que mostró a su familia".
¿Quién fue Vanessa Guillén?
El caso de la soldado mexico-estadounidense Vanessa Guillén sacudió a los EU durante 2020: desapareció de una base militar el 22 de abril de ese año y sus restos fueron hallados e identificados el 6 de julio, en el condado de Bell, en Texas. Las pesquisas arrojaron que la mujer fue asesinada a golpes dentro de la base de Fort Hood, también localizada en el estado de la 'estrella solitaria'.
Aaron Robinson, un soldado de la base de Fort Hood, fue señalado como el responsable de este crimen, aparte de que fue señalado por acosar a la joven de origen mexicano. Esta persona se suicidó el 1 de julio, días antes de que los restos fueran identificados, luego de que fue interrogado por las autoridades.
La muerte de Guillén y el suicidio de Robinson llevó al Congreso de los EU a iniciar una investigación sobre Fort Hood, donde se determinó que la base militar registró la muerte de hasta 30 reclutas en los últimos años, la mayor cifra entre todas las bases. Aparte de que se cometieron hasta 129 delitos graves entre los años 2014 y 2019.
Ryan McCarthy, entonces secretario del Ejército y que estuvo en la reunión con Trump, reconoció que Fort Hood tenía el mayor número de casos de acoso, agresión sexual y asesinatos entre las instalaciones militares. A esto se suman tres antecedentes por tiroteos masivos dentro de la base: 1991, 2009 y 2014, según la BBC.