De manera similar a lo que en la Nueva España del siglo XVIII, el Gobierno nicaragüense sandinista Daniel Ortega disolvió la Compañía de Jesús en ese país y confiscó sus bienes, sacándolos de la Universidad Centroamericana (UCA), que ellos mismos fundaron.
Es decir, los jesuitas no podrán seguir funcionando en Nicaragua, y sus bienes muebles e inmuebles, así como sus instituciones educativas, entre los que se incluye la Universidad Centroamericana (UCA), ya incautada, pasarán a manos del Estado nicaragüense, según un acuerdo ministerial.
Las relaciones del Gobierno del presidente Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcados por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
Cierran universidad jesuita
La disolución de la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua, registrada desde el 16 de mayo de 1995, fue aprobada por la ministra nicaragüense de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, según el acuerdo ministerial publicado este agosto en el Diario Oficial La Gaceta.
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Ese acuerdo se publicó una semana después que la Justicia nicaragüense, controlada por los sandinistas, ordenara a la UCA —considerada uno de los últimos bastiones de libertad de pensamiento en Nicaragua— traspasar sus activos muebles e inmuebles y sus cuentas bancarias al Estado, después de haber sido acusada de terrorismo.
La UCA, uno de los centros de estudios privados más prestigiosos de Nicaragua, rechazó los "señalamientos infundados" de las autoridades y decidió suspender sus actividades académicas y administrativas.
En tanto, la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús demandó el cese a la 'agresión gubernamental' contra la universidad jesuita nicaragüense y sus integrantes, y los responsabilizó de 'todos los daños' que puedan sufrir alumnos, empleados y patrimonio cultural y educativo.
Los jesuitas en Nicaragua rechazaron por 'falsas e infundadas las graves acusaciones' y acusaron que 'esta nueva agresión gubernamental en contra de la Universidad no es un hecho aislado'.
Asimismo, la Compañía de Jesús acotó que 'la confiscación de facto a la UCA es el precio por pagar por la búsqueda de una sociedad más justa, proteger la vida, la verdad y la libertad del pueblo nicaragüense'.
En otro mensaje, esa Provincia condenó el desalojo de seis sacerdotes jesuitas, que estaban a cargo de la UCA, de su residencia en Nicaragua.
Gobierno de Ortega acusa opacidad en la administración de la UCA
Por otro lado, la cartera de Gobernación sostuvo que la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua fue ilegalizada por 'incumplimiento a las leyes', debido a que tenía su junta directiva vencida desde el 27 de marzo de 2020 y no reportaron sus estados financieros del período fiscal entre 2020 y 2022.
Gobernación la acusó de obstaculizar 'el control y vigilancia de la Dirección General de Registro y Control de Organismos sin Fines de Lucro' de esa cartera, de no promover políticas de transparencia en la administración y manejo de la Asociación, y que el ente regulador desconocía 'las actividades que realizan, la ejecución de sus proyectos y si estos son acorde a sus objetivos y fines'.
El papa Francisco, que pertenece precisamente a la Compañía de Jesús, tildó de 'dictadura grosera' al Gobierno sandinista en una entrevista con Infobae, señalando 'un desequilibrio de la persona que dirige' el país centroamericano.
La red de universidades jesuitas de España (Unijes) reclamó al Gobierno de Nicaragua que cese sus 'agresiones' tanto a la Compañía de Jesús en ese país como a la UCA.
*Con información de EFE