Guillermo Söhnlein, cofundador de la expediciones de OceanGate, respondió a las constantes críticas sobre la implosión del sumergible Titán que trasladaba a cinco personas hasta los restos del Titanic, uno de los naufragios más famosos de la historia.
“La gente sigue equiparando la certificación con la seguridad e ignora los 14 años de desarrollo del sumergible Titan”, dijo a la BBC tras la ola de comentarios acerca de la seguridad con las que operaban las expediciones.
De acuerdo con el estadounidense, ninguno de sus críticos, incluído el director James Cameron que bajó en repetidas ocasiones al Titanic, se habían informado por completo antes de emitir su opinión.
"Cualquier experto que evalúe esto, incluido Cameron, también admitirá que no estuvieron allí para el diseño del sumergible, para la ingeniería del sumergible, para la construcción del sumergible y ciertamente no para el riguroso programa de pruebas que pasó el sumergible", señaló al medio británico.
Advertencia de seguridad a OceanGate
Titan se había sumergido en varias ocasiones hasta los restos del Titanic en el Oceano Atlántico. Sin embargo, en una entrevista con Alan Estrada, Stockton Rush reconoció que “rompió algunas reglas” con ayuda de ingenieros y la lógica para hacer un sumergible de Titanio y fibra de carbono.
En 2018 la Marine Technology Society envió una carta a Rush para expresarle su “preocupación unánime” por las expediciones que se ofertaban en 250 mil dólares, alrededor de 5 millones de pesos mexicanos.
El pasado 16 de junio, una inmersión de Titan que llevaba a cinco personas a los restos del Titanic perdió comunicación por completo. A bordo viajaban Stockton Rush, el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, e británico Hamish Harding y el buzo Paul-Henri Nargeolet.
Tras días de búsqueda, las autoridades encontraron los restos del sumergible que implosionó en milisegundos al bajar al Titanic. Fue rápido, nadie sobrevivió.