Los conflictos sociales han alcanzado al continente europeo, ahora es Francia quien desde hace varias semanas se encuentra en llamas por una ola de disturbios originados por una reforma gubernamental que busca transformar el sistema de pensiones.
Desde hace tres semanas varias ciudades francesas se han visto envueltas en diversos tumultos con enfrentamientos entre las fuerzas del orden y manifestantes que están en contra de la decisión del presidente Emmanuel Macron de forzar la aprobación de un proyecto de ley que modifica la edad para pensionarse sin someterlo a votación parlamentaria.
5 claves para entender la crisis de las pensiones
Se aumenta edad de jubilación
Una de las principales prioridades del segundo mandato del presidente Macron era renovar el sistema de pensiones, argumentando que era esencial evitar los déficits que se han visto exacerbados por la crisis energética y el gasto en la pandemia de COVID-19.
De esta forma propuso aumentar la edad mínima de jubilación a dos años, pasando de los 62 a los 64 años para la mayoría de los empleados franceses, y de los 57 a los 59 años para los trabajadores de basura.
Te podría interesar
Mientras que los trabajadores con discapacidad podrán jubilarse a partir de los 55 años y los trabajadores con invalidad profesional hasta a partir de los 60 años.
La duración de la cotización
Al igual que el incremento a la edad de jubilación se aumentó un año la cotización, por lo que para obtener una pensión completa, es decir, sin deducción del monto, el periodo de cotización exigido pasará hasta 2027, de 42 años a 43 años, 172 trimestres.
No obstante, a los 67 años, quienes no tengan todos los semestres requeridos podrán jubilarse sin rebajas de pensión.
Las personas que se jubilen con 43 años cotizados no podrán recibir pensiones inferiores al 85 por ciento del salario mínimo, por lo que deberán recibir mil 200 euros brutos al mes cuando entre en vigor la norma.
Por su parte, los ciudadanos que comenzaron a trabajar a una edad joven podrán jubilarse con antelación. Anteriormente los que empezaron a trabajar a los 20 años podían conseguir una jubilación anticipada de dos años, y los que trabajaron a los 16 podían hacerlo con cuatro años de antelación.
Sin embargo, con la reforma los que empezaron a trabajar entre los 20 y los 21 años, podrán hacerlo solo un año antes, es decir, a los 63 años; los que trabajen a partir de los 20, dos años antes; los de 18 podrán jubilarse cuatro años antes; y los que trabajen desde los 16 podrán jubilarse seis años antes, a los 58 años.
Reforma va por ‘decretazo’
A fin de lograr que la reforma de pensiones se vuelva una realidad, el presidente Emmanuel Macron utilizó el decreto ejecutivo con el fin de evitar la cámara baja del parlamento.
Dicho proyecto de ley fue debatido en el parlamento francés durante seis semanas antes de que quedara claro que el mandatario no podía reunir los suficientes votos. Esto llevó al gobierno a invocar la disposición constitucional conocida como Artículo 49.3 que permite la adopción de una reforma sin necesidad de votación.
La oposición presentó una moción de censura contra el gobierno para retrasar la promulgación de la reforma; sin embargo, recientemente Macron sobrevivió a dicho recurso, por lo que ahora la ley se considera aprobada.
El pasado lunes en la Asamblea Nacional, la moción recabó 278 votos de los 287 necesarios que servirían para anular la ley de pensiones, la cual además, de haberse aprobado, Élisabeth Borne, primera ministra francesa, hubiera sido obligada a renunciar a su cargo.
No obstante, la oposición anunció recursos ante el Consejo Constitucional para frenar su aplicación e impulsar a su vez un referéndum.
Reforma al sistema de pensión desata caos en Francia
Aunque el presidente veía con buenos ojos su propuesta, 7 de cada 10 franceses están en contra de la reforma, la cual obliga a trabajar más años para poder cobrar una pensión digna.
Lo anterior desató la mayor crisis política y social en Francia desde la revuelta de los llamados ‘chalecos amarillos’ en 2018, misma que ocurrió durante el primer mandato de Emmanuel Macron.
De esta forma los sindicatos, la izquierda y la extrema derecha han denunciado que la transformación al sistema de pensiones perjudicará a quienes empezaron a trabajar desde muy jóvenes y han tenido toda la vida empleos precarios con un relevante desgaste físico.
Es así como se ha incitado a una ola de manifestaciones y confrontaciones entre inconformes y agentes antidisturbios en varias ciudades del país francés, lo que ha dado como resultado más de 300 personas detenidas y 400 policías heridos.
Conflictos obstaculizan actividades y servicios
Los protagonistas de las protestas son trabajadores sindicalizados y jóvenes estudiantes; sin embargo, también se han sumado las principales centrales obreras del país, sectores clave como los transportes, refinerías y educación.
Por lo anterior, también se han registrado huelgas indefinidas en sectores estratégicos que han paralizado las actividades en refinerías, gasolineras, transporte público, sobre todo los trenes y recogida de basura.
Es por ello, que Francia ha comenzado a registrar una escasez de combustible en el sureste del país, en tanto que varias calles se han visto repletas de pilas y montones de bolsas de basura que crecen cada día más a consecuencia de la huelga de los servicios de limpieza._ Con información de El País, EFE y DW