El fentanilo es una de las principales causas de la crisis de opioides que vive Estados Unidos. Sin embargo, en ese mismo catálogo se encuentran medicamentos como OxyCotin, un popular analgésico también señalado de promover el consumo de este tipo de sustancias que desataron una ola de sobredosis en la nación norteamericana.
Para atender la epidemia de opioides, las autoridades estadounidenses anunciaron que incrementarán sus esfuerzos para evitar que grupos criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) trafiquen enormes cantidades de fentanilo a su país, a la par que la empresa Purdue Pharma, quien vendía el OxyCotin, intenta declararse en bancarrota para evitar futuras acusaciones relacionadas con esta crisis.
"El abuso y el desvío de opioides recetados han contribuido a una tragedia nacional de adicción y muertes, además de las causadas por opioides callejeros ilícitos", dijo el Fiscal General Adjunto Jeffrey A. Rosen, cuando el Departamento de Justicia comenzaba a analizar el caso de la farmacéutica en 2020.
¿Qué es el OxyCotin?
El medicamento que tiene en vilo a Purdue Pharma, es un narcótico que contiene clorhidrato de oxicodona. Según el Departamento de Justicia, era utilizado para “aliviar dolores de moderados a severos ocasionados por lesiones, bursitis, neuralgia, artritis y cáncer”. Sin embargo, el abuso en el consumo de este medicamento también puede provocar efectos parecidos a los de la heroína.
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El problema principal, según los expertos, es que este opiáceo es capaz de generar tolerancia en sus consumidores, lo que implica que quienes lo consumen crean resistencia y dependencia hacia ese consumo.
Purdue Pharma está a punto de declararse en quiebra financiera, tras acusaciones por emitir campañas promocionales en las que no se advirtieron los riesgos en el uso de este tipo de medicamentos. De acuerdo con un documento del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, “esta empresa jugó un papel central en el impulso de uno de los desastres más devastadores en la salud pública de Estados Unidos”, al igual que el financiamiento que obtuvo la familia Sackler como dueña de este negocio.
¿De qué acusan a Purdue Pharma y a los Slacker?
En 2020, Purdue Pharma se declaró culpable de pagar a médicos para recetar su opioide, además de no contar con un programa que evitará el tráfico de estas sustancias controladas a personas que buscaran utilizarlas ilegalmente. Por estos y otros delitos, tanto la empresa como la familia tuvieron que pagar 8 millones de dólares en multas.
Tras estos acontecimientos en 2020, este año la Suprema Corte de Estados Unidos definirá si acepta que la familia Slacker se declare en quiebra financiera, pues las autoridades consideran que los cárteles de droga aprovecharon la extensa dependencia que existía entre los estadounidenses para introducir el fentanilo.
El pasado 4 de de diciembre, el Tribunal Supremo celebró la audiencia oral donde se presentó un posible acuerdo para liberar a la empresa y los Sackler de futuras demandas a cambio de un pago de 6 mil millones de dólares, mientras las crisis de opioides, unida al tráfico de fentanilo, sigue sin control en los Estados Unidos.