En medio del ataque armado de la organización Hamás a Israel, cientos de turistas buscan salir del país, mientras los mexicanos y mexicanas que viven en suelo israelí deben refugiarse de las bombas. Tal es el caso de Karla Palmira, quien reside y se encontraba en Kiryat Yam cuando inició el conflicto bélico, a unos 25 kilómetros de la Franja de Gaza.
El día del ataque, Karla y su familia, quienes son judios observantes, celebraban reunidos una festividad en casa de uno de sus tíos, contó durante el programa "Atando Cabos".
“Oyendo la alarma mi mente mexicana hace una conexión con un temblor”, recordó en entrevista con Denise Maerker. "Luego conecté todo, que yo vivo en israel y que aquí no tiembla, son bombas (...) el sonido de las bombas ya no me es tan escalofriante como era al principio, pero esta vez cayó una a 200 metros de nosotros. Yo nunca había sentido temblar el suelo de esa manera”.
Al momento del ataque, Karla y sus familiares corrieron a refugiarse en el búnker de su tío. Todos apretados, escuchaban una que otra bromas esporádica. No sabían que pasaba, el Shabat les restringía la conexión a internet desde el viernes y, como ellos, en otras familias judías vivían una situación similar.
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“Después de una hora de no poder dar dos pasos fuera del búnker, mi esposo dijo 'es momento', prendemos el teléfono y vimos la magnitud de la tragedia, de la crueldad que no se había vivido de esta manera”, señaló. “Ahora sabemos que una tragedia como ésta, con ese nivel de crueldad, no se había vivido en 75 años desde el restablecimiento del país”.
El dolor de Israel: ¿Qué sigue para Karla?
La mexicana señaló que en Israel hay un dolor colectivo, una furia por la irrupción palestina en su tierras. Sin embargo, miles de familias preferirán refugiarse del conflicto antes de movilizarse a otras zonas del país.
En su caso, ella y su esposo se quedarán en casa y seguirán los “parámetros básicos” de protección, entre ellos, cerrar las puertas, estar cerca del búnker, poner suministros y alimentos y mantenerse informados.
“Estamos aquí pegados a la televisión, siguiendo lo que sucede con nuestro Ejército, hay entero apoyo al Ejército”, explicó.
Señaló que, contrario a lo que podría pensarse, son solo aquellas familias con un integrante de alto nivel en la milicia quienes tienen derecho a mantener un arma, mientras los demás deben seguir las medidas básicas de seguridad para resguardarse del ataque palestino.