El Papa Francisco calificó como injustas las leyes que criminalizan la homosexualidad, que Dios ama a todas las personas como son y les dijo a los obispos católicos que reciban a las personas de la comunidad LGBTQ en la Iglesia.
"Ser homosexual no es un delito", afirmó el sumo Pontífice en una entrevista con la agencia de noticias AP y añadió que hay obispos que apoyan las legislaciones que penalizan o discrimina a la comunidad LGBTQ.
Aunque señaló que las actitudes de los prelados se deben a sus propios contextos culturales, por ello deben pasar por un proceso de conversión para reconocer la dignidad de todos.
“Somos todos hijos de Dios y Dios nos quiere como estamos y con la fuerza que luchamos cada uno por nuestra dignidad”, dijo Francisco.
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El Papa, entrevistado en el hotel vaticano donde reside, calificó a esas leyes como "injustas" y señaló que la Iglesia católica debe trabajar para que se eliminen.
Además precisó que las personas homosexuales deben ser recibidas, respetadas, no ser marginadas ni discriminadas.
Si bien dijo que la homosexualidad no era un delito, el sumo Pontífice sí la calificó como un pecado. "Pero también es pecado la falta de caridad con el prójimo”.
El papado de Francisco se ha caracterizado por tener un acercamiento con la comunidad LGBTQ, aunque también ha sido criticado porque en el 2021 la oficina de doctrina del Vaticano decretó que la Iglesia no podía bendecir los matrimonios de personas del mismo sexo. _Con información de AP