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CRÓNICA Peregrinaje a Buckingham: los regalos de despedida a la reina Isabel II

Aún días después de fallecida, sigue causando un increíble efecto; personas de todo el mundo esperan horas solo para dejarle algún presente a la reina Isabel II.

No en vano se dice que Su Majestad, que ostentó su cargo por siete décadas, es una de las figuras más queridas y recordadas de la familia real.Créditos: Especial
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"Es increíble el efecto que tuvo, tiene y todavía tendrá la reina Isabel II en el Reino Unido. Hay colas detrás de las colas para llegar a las puertas del Palacio de Buckingham. Pocas veces he visto a tanta gente reunida en el mismo lugar", dice Amelia, londinense de 65 años, que carga con un arreglo floral el cual busca dejar en la entrada principal de dicho recinto.

Ella, al igual que un sinfín de personas provenientes de todos los rincones del mundo han aglomerado el palacio y sus alrededores desde el viernes para conmemorar a la reina Isabel II, quien falleció el pasado jueves en el Castillo de Balmoral, en Escocia. 

No en vano se dice que Su Majestad, que ostentó su cargo por siete décadas, es una de las figuras más queridas y recordadas de la familia real: debido al incontable número de ofrendas que el Palacio Real esperaba desde que se dio a conocer la noticia del fallecimiento de la reina Isabel II, y para no entorpecer la reunión que su sucesor, el rey Carlos III tuvo con representantes de la Commonwealth el pasado domingo, se habilitó una zona especial, ubicada en los jardines aledaños al Palacio de Buckingham -conocidos como Green Park- en donde las personas podían dejar sus homenajes dedicados a la exmonarca británica.

 

Y así fue como en esta ubicación fueron colocados todo tipo de artículos: cartas, globos, osos de peluche, fotografías de la reina, banderas del Reino Unido, dibujos y arreglos florales de todos los colores, olores y tamaños. 

"Le hice un dibujo a la reina porque mi mamá siempre me dijo que la debíamos de querer y respetar igual que a mi abuelita", comentó, entre lágrimas, Emily, de 12 años, quien junto a su hermano y sus padres viajó en automóvil por aproximadamente cinco horas desde Manchester, al norte de Inglaterra, tan solo para dejar dicho presente, que muestra a la reina de pie, con su corona y con una sonrisa amigable.

"Tengo 10 años trabajando en la seguridad del palacio y nunca había visto algo así aquí. Es una locura todo lo que puede girar en torno al fallecimiento de la figura más importante de Inglaterra", mencionó Jason, que hace dos lustros emigró desde su natal Camerún y que funge como responsable de advertirle a los visitantes que el tiempo de espera para llegar a la entrada del Palacio de Buckingham es, mínimo, de dos horas en el mejor de los casos.

Y es que hay individuos que intentaron ingresar por la entrada que se encuentra luego del Arco de Wellington, que está detrás del palacio y que, por motivos de seguridad, se cerró durante el fin de semana para tener un mejor control de las masas. 

Estas personas debieron de rodear los jardines para entrar por el corredor en el que se encuentran los monumentos al Rey Jorge VI y a la Reina Elizabeth I, que son la antesala para llegar al frente del Palacio de Buckingham. 

A pesar de que se solicitaba que los presentes destinados a recordar la vida y obra de la reina Isabel II fueran dejados en la zona ya mencionada, todo el recorrido, desde las estatuas de sus padres, estaban plagados de ellos. 

"Estuve aquí cuando la Reina Elizabeth falleció -en 2002- y no había tanta gente como ahora, aunque el sentimiento es el mismo de aquel momento. Incluso diría que hay preocupación porque no se ve con buenos ojos que el Rey Carlos III, a sus 73 años, tomé las responsabilidad que tenía su madre", dijo Isabella, quien tiene 52 años y es originaria de Sudáfrica -una de las naciones adscritas a la Commonwealth-, aunque vive en Londres desde hace cinco lustros. 

"Desde que yo era niña recuerdo que en mi casa mi madre nos decía que nos debíamos de mostrar los valores de la Reina: respeto, honestidad e igualdad con todos", continuó, mientras hacía la fila para llegar a la entrada del palacio.

Luego de aproximadamente una hora con 45 minutos -como si de exactitud inglesa se tratara- se llegaba a los pies del Victoria Memorial, monumento en el cual los individuos encargados de la seguridad del recinto dejaban ingresar a un grupo de entre 15 y 20 personas cada cinco minutos para llegar al lugar más cercano que cualquier ciudadano común puede visitar: la entrada principal del Palacio de Buckingham.

Dicha ubicación fue adornada con diversos artículos dedicados a la Reina Isabel II -a pesar de que se solicitó encarecidamente que todos los presentes fueran dejados en la zona ya mencionada-, los cuales hicieron que las puertas de éste se convirtieran en el epicentro del recuerdo a la figura de la exmonarca. 

Y así permanecerá hasta este martes, pues hoy llegará al palacio el féretro de la Reina Isabel II, proveniente de Escocia, el cual será envuelto en el Estandarte Real y con diversas coronas de flores para luego iniciar con los ensayos del recorrido que realizará desde dicha ubicación hasta el Palacio de Westminster, sede del Parlamento del Reino Unido, en donde el cuerpo de la reina estará durante cinco días, período en el cual las y los ciudadanos podrán mostrarle sus respetos y darle el último adiós.

De hecho, la fila para observar el féretro de la reina inició hoy, con las dos primeras personas que pernoctan al otro lado del río Támesis. Se trata del matrimonio compuesto por Millie y James, quienes viajaron desde Gales para despedirse de la Reina Isabel II.

Al respecto, Millie, quien funge como maestra en una escuela primaria de dicha nación, comentó: "Sin el carisma y bondad de la Reina, el Reino Unido difícilmente se hubiera mantenido tal y como lo conocemos en la actualidad. Fue un ejemplo de solidaridad y tolerancia para toda una generación de personas, e incluso más que eso. En mi opinión, Dios no salvó a la Reina. En mi opinión, la Reina salvó a Dios".