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"¿Y si se pone igual que México?": Joven mexicana vive en Japón el peor ataque de violencia política

La restricción de armas no elimina la capacidad de ser violentos, el país nipón escribió un capítulo oscuro en su historia y una mexicana lo vivió en carne propia.

Muerte de Shinzo Abe.El sentir de una mexicana ante un hecho que conmocionó al mundo.Créditos: Especial
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El país del sol naciente aun no se repone de la pérdida de uno de sus máximos exponentes en materia política, Shinzo Abe, el hombre que ocupó por más tiempo el cargo de primer ministro, creador de “Abenomics”, quien murió de manera trágica el pasado viernes en la vía pública.

El asesinato de una figura poderosa en la política japonesa conmocionó al mundo, pues es raro pensar que en el país insular de Asia Oriental se vivan homicidios a plena luz del día; la muerte de Abe a los 67 años fue algo inusual, sin embargo, muestra que la restricción de armas no elimina la capacidad de ser violentos.

En exclusiva para Grupo Fórmula tuvimos la oportunidad de conversar con una mexicana que actualmente radica en Japón, ella es Eréndira García, médico de profesión, y quien también decidió dejar su país natal y su carrera a cambio de vivir con seguridad y tranquilidad.

“Fue hace un año y medio que decidimos venirnos cuando empezó a sonar mucho lo de los feminicidios en el Estado de México que era en donde nosotros vivíamos y mi esposo sí me dijo que estaba muy inseguro, y me preguntó qué te parece si mejor nos vamos a Japón, ahí vasa estar más segura”, dijo Eréndira en entrevista para Grupo Fórmula.

Ni Ere, de 28 años, imaginó presenciar un suceso de tal magnitud en uno de los países más pacíficos del mundo, en donde la violencia armada es poco frecuente y las leyes son muy estrictas respecto al uso de armas.

“En Japón está super controlado el uso de armas de fuego, los policías no usan pistolas, no usan ningún arma de fuego, nunca vienen armados, lo único que llega a sonar es que la mafia japonesa que son los Yakuza tienen armas, pero solo es como mito de voz en voz”.

¿Cómo vivió una mexicana el asesinato de un exprimer ministro en Japón?

“Hasta yo me sentí super impactada. Se notaba que era una persona excelente, entonces a mí también me impactó, compartí ese sentir con los japoneses y esa incertidumbre también de qué va a pasar”, Ere relató el silencio que tiene sucumbido a Japón.

Vivir en carne propia la muerte del líder japonés más influyente denota que, aun con las medidas más estrictas, no se puede erradicar la capacidad humana de la violencia, y la misma Eréndira los constata:

“El chico, él mismo comentó que lo quería matar, de hecho, ya lo estaba siguiendo desde Hiroshima y estuvo estudiando cómo estaba la situación para poder hacer este atentado. Ya la seguridad en Japón está en declive, por decirlo así, pero más por la salud mental de las personas”

Solo bastó un arma rudimentaria hecha a mano con cinta y unos tubos para perpetrar el ataque, pues es el país con una de las tasas de portación de armas de fuego más baja, de uno por cada 330 habitantes, mientras que en Estados Unidos, en donde se han suscitado más de 300 tiroteos masivos en lo que va de 2022, hay 1.2 armas por cada habitante, es decir, 400 veces más que en Japón.

De ahí que los tiroteos en el país asiático sean impensables, y los atacantes recurran a métodos inusuales para fabricar sus propias armas, improvisadas, pero lamentablemente efectivas.

¿El asesinato de Abe cambiará a Japón?

Lo que pasó en Nara impactó a todos los habitantes de Japón, a nuestra connacional le hizo revivir algo que jamás imaginó sentir:

“Pensar en un futuro y decir: y si se pone igual que México, eso es lo que pensé”. “Es lo que luego pensamos de Japón, que es un país perfecto, pero luego ya viviendo aquí te das cuenta de muchas cosas que no son perfectas”.

Sin embargo los activistas tienen su propia opinión, el endurecimiento de las leyes respecto a las armas ayuda a vivir con mayor seguridad, pues a menor número de armas, menor número de asesinatos.

Si bien ningún país está blindado de la violencia, un episodio como el asesinato del exprimer ministro no debería destrozar el largo historial de relativa seguridad en Japón.

“No hay punto de comparación, yo me sigo sintiendo segura, yo me sigo sintiendo que puedo caminar en las noches, yo puedo seguir sintiendo que puedo ir yo sola a todos lados inclusive que estoy embarazada”

Así fue como una mexicana radicada en Japón vivió en carne propia uno de los peores capítulos en la historia de Japón: el asesinato de “El Príncipe”, su líder más influyente en la política: la muerte de Shinzo Abe.