Desde hace varios años el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ha estado en el ojo del huracán por sus diferentes problemáticas; sin embargo, al parecer el aeródromo de la capital del país no es el único que presenta caos por su saturación, pues aeropuertos de Europa se encuentran en la misma situación.
En los últimos días aeropuertos de España, Reino Unido, Países Bajos y Francia se han visto obligados a cancelar vuelos, han presentado una serie de retrasos e incluso han tenido que enfrentarse a los reclamos de sus pasajeros, quienes han perdido las conexiones entre sus viajes por la larga espera.
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Todo este caos ha llegado justo en el primer verano que los europeos disfrutarán sin pandemia, es decir, en plena temporada alta y donde los aeródromos comenzaban a recuperar el tráfico aéreo.
¿Qué está ocasionado el caos en los aeropuertos?
Este fin de semana unos 40 mil vuelos fueron cancelados o retrasados en distintas partes del mundo como consecuencia de una suma de factores, uno de los principales es la falta de personal.
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Por ejemplo en Londres, el aeropuerto de Heathrow solicitó a las aerolíneas reducir un 10 por ciento los vuelos ante problemas técnicos relacionados con el equipaje.
Mientras que en el aeródromo de Gatwick también se disminuirá el número de salidas durante la temporada alta ante la escasez de personal.
Por esa misma situación atraviesa el aeropuerto Schipol, el más concurrido de Países Bajos, quien reconoció que la falta de trabajadores de seguridad no le permitirá hacer frente a la gran demanda.
En el caso de España una huelga de los trabajadores de dos aerolíneas, Ryanair y Easyjet, quienes protestan por sus bajos salarios, también ha ocasionado que varios vuelos sean cancelados por la falta de personal.
A dicha manifestación se han sumado empleados de Ryanair de otros países como Francia, Bélgica, Portugal e Italia, lo que también terminará por sacudir la prestación de servicios en el arranque de las vacaciones de verano.
Lo anterior ha ocasionado en los aeropuertos colapsos en los controles, colas infinitas de pasajeros desesperados, retrasos, cancelaciones y malestar de los turistas que llegan a perder sus enlaces.
Pese a la alta demanda, varios aeropuertos han tomado una serie de medidas para evitar un mayor caos en sus instalaciones y es limitar el número de vuelos para que el tránsito en los controles sea más rápido.