La madrugada del domingo el ejército ruso inició la ofensiva final en el Donbás, tras 54 días de haber iniciado los ataques, por lo que ha comenzado a destruir otras partes de Ucrania, tal como lo es Leópolis, donde ya se registran siete civiles muertos y 11 heridos.
Esto ocurre tres semanas después de que se retiraran del norte de Kiev. Actualmente el reagrupamiento ruso, que incluye la llegada de unidades adicionales, está ya casi completado, según informó hoy el Ministerio de Defensa ucraniano.
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"Durante la noche tuvo lugar una gran ofensiva. La situación ha cambiado radicalmente", aseguró Serhiy Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, en Telegram.
De acuerdo con las autoridades ucranianas, el país liderado por Vladimir Putin está decidido a acelerar el paso en el este del país, ya que la aviación enemiga ha aumento un 50 por ciento el número de ataques con misiles de crucero.
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"Podemos informar que la ofensiva ya ha comenzado", señaló Gaidai, quien agregó poco después que "los invasores tomaron Kreminna".
Por ahora se han registrado cuatro ataques, tres de ellos contra instalaciones militares y uno contra un taller de neumáticos.
El objetivo del ejército ruso es tomar Severodonetsk y Lisichansk, donde habría unos 10 mil soldados ucranianos, tras lo que podrían avanzar hacia la región de Donetsk en dirección a Sloviansk y Kramatorsk.
"Ha empezado la gran batalla", Zelenski
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, informó este lunes que Rusia "ha empezado la gran batalla por el Donbás", en alusión a la esperada gran ofensiva del ejército ruso para controlar todo el este del país.
"Podemos confirmar que las tropas rusas han comenzado esa batalla", aseguró, en un mensaje difundido por video, a través del canal informativo Ukrinform, para añadir a continuación que los soldados ucranianos "batallarán" y que "no cederán" nada del territorio del país.
"El ejército ruso ha concentrado gran parte del total de sus efectivos ahí para concentrarse en su ofensiva. No importa cuantas tropas rusas se desplieguen: nosotros lucharemos", agregó.
Hasta el momento ya han bombardeado con misiles ciudades como Vugledar y Marinka, que se encuentra cerca de la línea de separación de fuerzas, que pasa por las afueras de la ciudad de Donetsk.
Mientras tanto en Mariúpol, una ciudad portuaria que se encuentra asediada, un millar de civiles, entre mujeres y niños se han refugiado en las instalaciones de la acería de Azovstal, una antigua planta metalúrgica construida en los años 30 del siglo pasado.
Desafortunadamente los civiles “viven en condiciones terribles, sin medicamentos, ni alimentos, ni agua”, indicó Arsén Aákov, exministro ucraniano del Interior.
Según relató, los rusos "para encubrir sus crímenes, utilizan a la población civil que queda en Mariúpol para desenterrar escombros, recolectar cuerpos y cavar fosas comunes".
Dichos trabajos los realiza la gente a fin de conseguir comida del ejército ruso, además los residentes locales son obligados a actuar como “combatientes y los envían intencionadamente a los puestos de tiro, donde la gente puede morir”.
Con información de EFE