Al menos 11 personas murieron este lunes en ataques con cohetes por parte de las fuerzas rusas contra distritos residenciales de la ciudad ucraniana de Járkov, informó el jefe de la administración regional, Oleg Synegubov.
La ciudad nororiental, la segunda más grande de Ucrania, se ha convertido en uno de los principales campos de batalla desde que Rusia invadió Ucrania la semana pasada en el mayor asalto a un Estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
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Synegubov dijo que las fuerzas rusas estaban disparando artillería contra zonas residenciales de Járkov donde no hay posiciones del Ejército ucraniano ni infraestructura estratégica.
"Esto está ocurriendo de día, cuando la gente ha salido a la farmacia, por víveres o por agua potable. Es un crimen", aseguró.
Once personas murieron el lunes y decenas resultaron heridas, dijo.
No fue posible verificar inmediatamente y de forma independiente las cifras de víctimas. Anteriormente, el asesor del Ministerio del Interior, Anton Herashchenko, dijo que los ataques rusos con cohetes sobre Járkov el lunes habían matado a docenas de personas.
"Járkov. ¡Un ataque inmisericorde y sin sentido contra un barrio residencial con misiles! ¡Cadáveres destrozados en las calles", escribió el funcionario en su canal de Telegram, en el que publicó varios videos con imágenes desgarradoras.
En uno de ellos se ven cadáveres de transeúntes y en otro a una mujer a la que la explosión de uno de los misiles le arrancó una pierna.
En otro de los videos, de 30 segundos de duración, se ve cómo impactan unos quince misiles en un sector de la ciudad, situada en el noreste de Ucrania.
Rusia califica sus acciones en Ucrania como una "operación especial" que, según dice, no está diseñada para ocupar territorio, sino para destruir las capacidades militares de su vecino del sur y capturar a los que considera peligrosos nacionalistas.
Ayer domingo, el Ministerio de Salud ucraniano dijo que 352 civiles, entre ellos 14 niños, habían muerto desde el comienzo de la invasión.
Con información de EFE