Durante la vacunación contra el COVID-19 se han presentado diversos efectos secundarios ocasionados por los biológicos entre los que se encuentran dolor de brazo, fiebre, cansancio y dolor de cabeza; sin embargo, en algunos casos también se han observado reacciones en la piel, relacionadas con la varicela.
Según se ha demostrado en un estudio publicado en la revista ‘British Journal of Dermatology’, de un total de 405 pacientes que se vacunaron contra el virus del SARS-CoV-2, un 13.8 por ciento experimentaron la reactivación del herpes zóster.
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Además, se presentaron reactivaciones de otros virus, como el del herpes simple (VHS), en su mayoría las reacciones fueron ocasionadas por la vacuna de Pfizer.
Por lo anterior, los investigadores señalaron que podría haber un “vínculo causal” entre la reactivación de dichos virus y la vacuna.
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De acuerdo con la dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles, Madrid, Cristina Galván, y una de las investigadoras principales del estudio realizado en colaboración con la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la aparición del herpes zóster, ocurre debido a que “se produce la reactivación del virus de la varicela que tenemos acantonado desde pequeños, que se reactiva ante diferentes circunstancias, como momentos de bajada de defensas”.
La vacuna contra el COVID-19 puede reactivar el virus del herpes zóster en personas que tengan latente el virus de la varicela, debido a la bajada de defensas que puede provocar cualquier vacunación.
¿Qué es el herpes zóster?
Cabe señalar que el virus varicela-zóster (VVZ) es uno de los ochos virus conocidos de la familia de los virus herpes, mismo que causa la varicela, cuando infecta a una persona por primera vez, mientras que el herpes zóster, ocurre en posteriores reactivaciones.
Una vez que una persona contrajo el virus del VVZ, éste queda latente en los ganglios sensoriales, por lo que al disminuir la inmunidad, con la edad avanzada o por la suministración de medicamentos y enfermedades, los virus pueden reactivarse y dar lugar a la aparición del herpes zóster.
Dicha enfermedad está caracterizada por una erupción vesicular dolorosa que ocurre en un solo lado del cuerpo.
Entre los síntomas que pueden aparecer con el herpes zóster se encuentran: ardor, dolor punzante, hormigueo y picazón en una zona concreta del cuerpo. Posteriormente, dentro de unos 14 días, se produce una erupción o ampollas, cuya aparición dura entre siete o 10 días.