El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, dio a conocer su postura respecto a la crisis política en Perú y sobre si México reconocerá o no a la nueva presidenta de dicha nación, Dina Boluarte.
Cabe señalar que la mujer que se desempañaba, hasta hoy, como vicepresidenta del país sudamericano rindió protesta este mismo miércoles ante el Congreso peruano como nueva presidenta, luego de la destitución y el arresto del mandatario Pedro Castillo.
Respecto a ello, el canciller aseguró en entrevista con Azucena Uresti para Radio Fórmula que México no acostumbra a hacer ese tipo de reconocimientos pues no forma parte de su tradición; sin embargo, si el pueblo y las autoridades de Perú lo llevan a cabo respetarán dicha decisión.
“México no hace reconocimientos, nosotros tenemos relaciones con Perú y no tenemos previsto romper las relaciones. Si ellos instituyen el gobierno con la vicepresidenta, para nosotros ese es el gobierno de Perú, no hay un reconocimiento explícito por nuestra tradición”, detalló.
Previo a que se confirmara la detención del entonces presidente Pedro Castillo medios locales informaron que el funcionario se dirigía a la embajada de México en Perú a fin de pedir asilo en territorio nacional; sin embargo, antes de su llegada fue detenido por las autoridades.
Sobre ello, Marcelo Ebrard detalló que nuestro país no tiene la posición de negar ninguna solicitud de asilo a quien así lo requiera, salvo que haya cometido crímenes de guerra, por tal motivo, tienen las puertas abiertas para el funcionario.
“Formalmente no he recibido petición de él de asilo (…) no se apersonó el presidente Castillo en la embajada de México, tampoco tenemos una solicitud escrita de él todavía, no sabemos cuál es su condición jurídica porque fue detenido por la policía”, dijo.
Y agregó “si se llega a solicitar el asilo a México nuestra política siempre ha sido otorgar el asilo a personas que tienen un tema de persecución política, esa es la tradición mexicana”.
Es importante mencionar que Pedro Castillo fue detenido y retirado de su cargo como presidente de Perú por presuntos actos de corrupción y por los delitos de abuso de autoridad, sedición y grave perturbación de la tranquilidad pública.