Científicos del Centro de Estudios de Desechos Orbitales y de Reentrada (CORDS) advirtieron que un cohete espacial de China de 22.5 toneladas podría caer a la tierra el próximo sábado 5 de noviembre, pero hasta el momento se desconoce el lugar y la hora de impacto.
El cohete corresponde al impulsor del núcleo de la nave espacial Gran Marcha 5B, la cual fue lanzada al espacio con el tercer y último módulo experimental de la Estación Espacial Tiangong de China, Mengtian, el pasado 31 de octubre por la Administración Espacial Nacional de aquel país (CNSA).
De acuerdo con Aerospace Corporation, el cohete tiene un estimado de más de 22.5 toneladas y es aproximadamente del tamaño de un edificio de 10 pisos.
Debido a su gran dimensión, los restos de la aeronave realizarán un reingreso descontrolado a la Tierra por lo que se desconoce donde caerán los grandes escombros de la misión espacial de China.
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Aerospace aseguró que la incertidumbre de dónde caerán finalmente los grandes escombros "presenta un nivel de riesgo para la seguridad humana y daños a la propiedad que está muy por encima de los umbrales comúnmente aceptados".
Debido a esta situación, los especialistas de Aerospace Corporation en el CORDS están rastreando activamente el cuerpo del cohete CZ-5B y compartirán su trayectoria en los próximos días. Aunque se estima que los restos del cohete podrían pasar por México antes de impactarse con el suelo, según el mapa preliminar que compartieron los expertos.
El reingreso del Gran Marcha 5B es inusual debido a que, durante el lanzamiento, la primer etapa de la nave alcanzó la velocidad orbital en lugar de caer hacia abajo como es práctica común.
Lo anterior ocasionó que el cuerpo del cohete vacío se encuentre ahora en una órbita casi circular alrededor de la Tierra, donde está siendo arrastrado hacia un reingreso incontrolado.
Esta no es al primera vez que los restos de un cohete de origen chino caen a la Tierra de forma descontrolada, pues otros similares ocurrieron en 2020, 2021 y en julio pasado, dos de los cuales resultaron en un gran aterrizaje de escombros cerca de áreas pobladas.
Cabe destacar que más del 88 por ciento de la población mundial vive bajo la huella potencial de escombros del reingreso.