Tal vez, en algún momento escuchaste o leíste sobre el experimento Universo 25, con el cuál, el científico estadounidense, John Calhoun, trató de comprender las sociedades humanas con una colonia de ratones.
Sí, como lo leíste. Con base en cientos de ratones, el también etológo diseñó un espacio en el que los roedores tuvieran un espacio habitable para ‘convivir’ y 'reproducirse’. ¿Qué sucedió? Te contamos.
¿En qué consistió el experimento Universo 25?
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el espacio se llamó ‘Paraíso de los ratones’ y comenzó únicamente con cuatro parejas de ratones que comenzaron a reproducirse, por lo que la población de roedores creció rápidamente. Y, tras 315 días de su reproducción, comenzó a disminuir.
Universo 25 fue una arena cuadrada de nueve por nueve pies con paredes de metal de cinco pies de altura construida dentro del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) en Bethesda, MD.
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Su piso es un huso de dieciséis segmentos divididos por divisores bajos, lo suficientemente altos como para evitar que los ratones hagan contacto, pero no tan altos como para que no puedan trepar fácilmente.
"Buenas vallas hacen buenos vecinos", aseguró el científico.
Cuando lograron ser 600 ratones, el conjunto de roedores formó ‘por naturaleza’ una jerarquía entre ellos y, dentro de esa organización, surgieron los llamados ‘miserables’.
Por tanto, los roedores más grandes comenzaron a atacar al grupo, con el resultado de que muchos machos comenzaran a ‘colapsar’ psicológicamente y, como resultado, las hembras se protegieron y se volvieron agresivas con sus crías.
“Con el paso del tiempo, las hembras mostraron comportamientos cada vez más agresivos, elementos de aislamiento y falta de ánimo reproductivo. Además, hubo una baja de tasa de natalidad y, al mismo tiempo, un aumento de la mortalidad en roedores más jóvenes”.
A partir de ahí, surgió un nuevo grupo: los ‘ratones hermosos’, que se negaron a aparearse con las hembras o ‘luchar’ por el espacio, pues todo lo que les importaba era comer y dormir.
Fue así como, en un momento, los ‘ratones hermosos’ y las ‘hembras aisladas’ constituyeron la mayoría de la población y, la mortalidad juvenil alcanzó el 100 por ciento y la reproducción llegó a cero.
Además, se observó la homosexualidad y canibalismo, pese a que había abundancia de comida. Cuando se cumplieron dos años del inicio del experimento, nació el último bebé de la colonia.
John Calhoun repitió el mismo experimento 25 veces más, y cada vez el resultado fue el mismo.
¿Cómo habría funcionado el Universo 25?
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos imaginó un escenario alternativo para que el final del Universo 25 no fuera así de catástrofico.
Explican que es necesario un mundo de habitantes perfectamente limpios y bien cuidados, conviviendo en armonía. Nada de violencia sexual, nada de sexo.
Sin violencia, tampoco. Mucho arreglo. Comidas comunitarias periódicas. Porque esto también es un post-apocalipsis. Estos también son los sobrevivientes de un colapso social. Son ratones, y son los únicos restos vivos del Universo 25.
¿El experimento Universo 25 es el perfecto destino de la humanidad? ¿El aislamiento y falta de empatía nos llevará al colapso como el ‘Paraíso de los ratones'? ¿Tú qué opinas?.