La Organización Mundial de Salud (OMS) anunció este martes que mantiene la emergencia internacional por COVID-19, declarada desde el 30 de enero de 2020, pese a que la actual ola de contagios globales, con cifras récord, no va acompañada de un aumento de los fallecimientos, ya que muchos nuevos casos son leves.
El Comité de Emergencia de la OMS, reunido durante más de cuatro horas el pasado 14 de enero, aconsejó mantener este nivel de alerta al director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien aprobó esta propuesta, indicó un comunicado emitido hoy.
Presidido por el doctor Didier Houssin, el comité, que se reúne aproximadamente cada seis meses para analizar la evolución de la pandemia, estimó que el riesgo global asociado a ésta sigue siendo alto, debido en parte al auge de nuevas variantes del coronavirus SARS-CoV-2, como la Ómicron, ya dominante en el planeta.
Entre las recomendaciones emitidas por el comité en su sexta reunión, destaca su solicitud de que la OMS acelere la investigación sobre la eficacia de las vacunas y la duración de la inmunidad que proporcionan.
También sugiere que las limitaciones a los viajes internacionales se dicten de forma limitada y basada en los datos, después de que el pasado noviembre la alerta por la variante Ómicron afectara nuevamente el tráfico aéreo global y no impidiera la transmisión de esta nueva cepa del coronavirus.
Ante el desigual reparto de vacunas que persiste a nivel global y las dudas sobre la eficacia de éstas a la hora de frenar la transmisión, el comité insiste en que los gobiernos no deben exigir prueba de vacunación a los viajeros internacionales.
Los expertos de la OMS consideran que, pese a que las vacunas han perdido eficacia a la hora de evitar el contagio y transmisión del coronavirus, siguen siendo eficientes a la hora de evitar formas graves de la enfermedad, incluyendo casos mortales.