El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó que la variante Ómicron, altamente infecciosa, del COVID-19 causa una enfermedad menos grave que Delta, pero advirtió que sigue siendo un “virus peligroso”, sobre todo, para los no vacunados.
En conferencia de prensa, Adhanom Ghebreyesus destacó que más de 90 países aún no han cumplido el objetivo de vacunar al 40 por ciento de su población y más del 85 por ciento de las personas en África aún no han recibido ni siquiera una dosis del biológico.
“No debemos permitir que este virus tenga vía libre ni ondear la bandera blanca, especialmente cuando tantas personas en todo el mundo siguen sin vacunarse”, expresó.
Apenas un día antes en su informe epidemiológico semanal, la OMS informó que los casos aumentaron en un 55 por ciento, o 15 millones, hasta el 9 de enero con respecto a la semana anterior, la mayor cantidad de casos reportados en siete días.
“Este enorme pico de infecciones está impulsado por la variante Ómicron, que está sustituyendo rápidamente a la delta en casi todos los países”, sostuvo Tedros.
Además, aseguró que la mayoría de las personas hospitalizadas en todo el mundo con COVID-19 no estaban vacunadas y que si no se frena la transmisión existe un mayor riesgo de que surja otra variante que podría ser incluso más transmisible, y más mortal, que Ómicron.
(Con información de Reuters)