La variante Ómicron del COVID-19 representa seis de cada 10 casos en los Estados Unidos, de acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Lo anterior según registros de la semana que finalizó el 25 de diciembre.
Ómicron, o la variante B.1.1.529, es considerada como de preocupación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene una veloz propagación y fue detectada por primera vez en el sur de África, así como Hong Kong, el pasado mes de noviembre. El primer caso en los Estados Unidos fue detectado el 1 de diciembre en una persona vacunada que había viajado desde Sudáfrica.
Mientras que los casos de la variante Delta representan un 41.1 por ciento del total de los contagios registrados en los Estados Unidos, según los datos publicados por el CDC este martes. Los CDC dijeron que los datos incluyen una proyección modelada que puede diferir de las estimaciones ponderadas generadas en fechas posteriores.
Aumentan los contagios y las muertes
De acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins, los contagios por COVID-19 se han incrementado hasta en un 66 por ciento en los Estados Unidos, mientras que los decesos tuvieron un aumento del 18 por ciento, de acuerdo con datos reportados en la más reciente semana.
Las personas que se infectaron por alguna de las variantes de COVID-19 subió hasta 273,061 nuevos casos. Frente a este escenario, el gobierno de los Estados Unidos anunció que comprarían 500 millones de pruebas rápidas, que serían repartidas entre la población y así tratar de evitar los contagios.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (INAID, por sus siglas en inglés), no descarta imponer la vacunación obligatoria para los vuelos internos; sólo 62 de cada 100 habitantes de EU se han vacunado.
Con información de Reuters y EFE