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Adolescente italiano sobrevive tras permanecer 43 minutos bajo el agua

Un adolescente italiano que permaneció 43 minutos bajo el agua y fue sacado cuando ya su corazón había dejado de latir, logró salvarse sin sufrir daños neurológicos tras una terapia de reanimación cardio-torácico-vascular, informaron hoy fuentes médicas.

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Roma.- Un adolescente italiano que permaneció 43 minutos bajo el agua y fue sacado cuando ya su corazón había dejado de latir, logró salvarse sin sufrir daños neurológicos tras una terapia de reanimación cardio-torácico-vascular, informaron hoy fuentes médicas. En un encuentro con los medios, el médico Alberto Zangrillo, del hospital San Raffaele de Milán, dijo que el paciente se ha recuperado, está alerta, orientado en el tiempo y espacio, dialoga con sus padres y recuerda su vida hasta antes del accidente, ocurrido el pasado 24 de abril. Ese día el menor, identificado como Michael, de 14 años de edad, quedó atrapado bajo las aguas de un río en la norteña localidad de Castelletto di Cugino, al que se lanzó con un grupo de amigos. Un pie del adolescente quedó atorado en el fondo del río, a dos metros de profundidad, sin que sus amigos lograran liberarlo. Fueron los bomberos los que pudieron sacarlo luego de que durante 43 minutos permaneció bajo el agua. Se trató de un tiempo eterno durante el cual su corazón dejó de latir. De hecho, cuando fue llevado a la superficie lo daban por muerto, pero los socorristas no se rindieron y tras lograr que el corazón volviera a funcionar lo llevaron en helicóptero al hospital San Raffaele de Milán, donde el equipo médico hizo todo lo posible para salvarlo. "Es la más grande satisfacción de toda mi carrera profesional”, declaró Zangrillo, responsable del equipo médico que lo atendió. Explicó que las condiciones límite para esperar la recuperación son la inmersión en aguas con no más de 5 grados de temperatura y un tiempo no superior a 20 minutos, mientras que el paro cardiaco no debe superar los seis minutos. Dijo, sin embargo, que Michael se salvó gracias a su edad, al agua fría del río en donde sufrió el incidente (que provocó una ralentización de las funciones vitales) y a la intervención médica que consistió con un procedimiento extremo de asistencia mecánica de la circulación y, después, mediante la circulación extracorpórea en condiciones de hipotermia. Además, se pusieron en práctica tratamientos intensivos muy avanzados de apoyo a la actividad del corazón, de los riñones y del hígado, que ya no funcionaban, con lo que poco a poco el joven comenzó a responder a las terapias y recuperó la funcionalidad renal y hepática. Michael, sin embargo, debió sufrir la amputación de una pierna por abajo de la rodilla por un problema de falta de irrigación sanguínea, aunque según Zangrillo parece no haber sufrido daños cerebrales. "Advertí a sus padres que había una posibilidad en un millón de que tuviéramos éxito”, dijo el médico. Confirmó que el paciente estuvo sedado y fue despertado gradualmente hasta que la semana pasada recuperó la conciencia. Dentro de pocos días el menor será dado de alta del hospital e internado en un centro de rehabilitación. "Está alerta, consciente, dialoga con sus padres y bromea con los médicos”, aseguró Zangrillo. Notimex