La Historia de México, como la de cualquier país en el mundo está compuesta por realidades, mitos, verdades a medias, exageraciones y cosas ocultas, calladas por no convenir su difusión.
Hay una necesidad humana y social de crear héroes y villanos, de construir hazañas heroicas con la finalidad de fomentar el patriotismo y el nacionalismo entre la población.
Las historias fantásticas y en engrandecimiento de los héroes nacionales se ve matizado e impulsado por el régimen gubernamental en turno; hoy vivimos en la era de la Cuarta Transformación, que afirma que México ha vivido cuatro grandes transformaciones en su historia:
- la independencia
- la reforma
- la revolución
- y la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia.
Así pues el movimiento de Independencia de México es la primera transformación, con sus héroes y villanos, sus mitos y sus exageraciones. Pero también ha habido hechos históricos que se pasan por alto, que no se les menciona por considerarlos incómodos; porque no se acoplan de manera conveniente a la ideología actual.
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Hay una conspiración de silencio o minimización.
Uno de estos hechos históricos incómodos es la participación de sacerdotes, curas, párrocos, o como dicen despectivamente "padrecitos" de la iglesia católica en el movimiento de Independencia, amen de otros movimientos históricos.
Ejemplo de eso son tres grandes héroes:
- Miguel Hidalgo y Costilla, el "Padre de la Patria" e iniciador del movimiento de Independencia
- José María Morelos y Pavón, "el Siervo de la Nación" continuador del movimiento a la muerte de Hidalgo y artífice de su base ideológica
- Mariano Matamoros, brazo derecho de Morelos
Los primeros en incomodarse fueron los jerarcas de la Iglesia Católica quienes se vieron en aprieto ante la Corona de España. Hay que tener en cuenta que España es el país más católico del mundo.
En la Nueva España, la justicia estaba administrada en base a los "fueros"; esto es, había un tribunal para los religiosos, otro tribunal para los militares, otro tribunal para los aristócratas y otro tribunal para la gente común.
Cuando estos tres personajes fueron capturados, para poder ser juzgados y luego ejecutados... primero tuvieron pasar por la Santa Inquisición para ser excomulgados.
Para la Iglesia Católica no pueden ser mártires, ni héroes, ni siquiera gente buena que luchó por una causa justa. Simplemente no existen... y no pueden estar en el cielo cristiano.
En la segunda gran transformación de México, la Reforma, se dio la separación Gobierno - Iglesia. Desde entonces hay una gran renuencia para no decir ni media palabra que huela a religión.
Hechos como que nuestros grandes héroes de la Independencia eran párrocos, decían misa, presidían fiestas religiosas y tomaban confesiones es casi un sacrilegio para la historia oficial.
Miguel Hidalgo tomó un estandarte con la imagen de la Vírgen de Guadalupe el 16 de septiembre de 1810 e inició la insurrección.
En el portal web del Gobierno de México se afirma que esto fue "una ocurrencia". Haciéndonos sentir que se minimiza el hecho.
Así que ya lo sabes, la Independencia de México tuvo la participación de sacerdotes católicos en su inicio y desarrollo, hecho que suele ser considerado como una verdad "incómoda", como tantas otras de las que está formada la Historia de México.